Antes la derecha se identificaba con la ley y el orden y la izquierda con una cierta anarquía. Fundamentalmente la derecha era conservadora y defendía el derecho de propiedad, las tradiciones y la moral burguesa y la izquierda representaba “el proletariado oprimido por los intereses de las grandes empresas y de la burguesía”. En el tema religioso la derecha se presentaba como practicante y la izquierda era partidaria de la secularización del Estado y no olvidaba el anticlericalismo de sus orígenes durante la Revolución francesa.
El progreso económico, a consecuencia del triunfo del capitalismo y el fracaso del comunismo en la Unión Soviética, hizo que la mayoría de los trabajadores y trabajadoras (como dicen los progres) dejaran de ser “clase obrera” y se convirtieron en “clase media” y con ello cambió el significado de derecha e izquierda.
Actualmente ser de izquierdas en España parece que consiste en abrazar el feminismo radical, el ecologismo irracional, el cambio climático, la eutanasia, el derecho al aborto, desenterrar a Franco, el diálogo con los nacionalistas y otros temas no exclusivamente políticos. En economía, como no puede pensar en una economía planificada pues es una evidencia que lo privatizado funciona mejor que lo público, se ha quedado sin saber elegir, pero eso si, conservando el odio a los ricos que no a la riqueza.
La derecha sigue reivindicando los valores tradicionales, la defensa de la familia y de la propiedad. En economía defiende la libertad de empresa y piensa, como explicaba Adam Smith que el que no tiene sentido para gestionar la economía de una familia no lo puede tenerla para gestionar la de un Estado. Piensa también que si se le hace a la empresa la vida imposible y el negocio deja de ser rentable y no hay seguridad jurídica, se marchará de España (es lo que ha anunciado Ferrovial).
La cuestión religiosa ha perdido importancia, pero la derecha, aunque ha dejado de ir a misa no renuncia a su cultura católica, mientras que la izquierda, tras la secularización del Estado pretende la secularización de la sociedad, incluso en el ámbito privado junto con la retirada de la vida pública los símbolos religiosos y la supresión en los colegios de la asignatura de Religión católica.
Todo esto es verdad, pero la gran diferencia en la actualidad entre derecha e izquierda es la postura ante la reconciliación de los españoles. La derecha ha aceptado el pacto de la Transición, el régimen del 78, que no tiene nada que ver con la dictadura franquista y a Franco lo considera una figura histórica. La izquierda, sobre todo desde la época de Zapatero ha renegado de la política de reconciliación, cree que el régimen de 1978 todavía tiene mucho de franquista y que España precisa una ruptura.
Todavía es mayor la diferencia en lo que se refiere a la unidad de la patria y al patriotismo. Con toda seguridad somos la Nación con el mayor número de antipatriotas por kilómetro cuadrado del mundo. No es que haya una indiferencia generalizada hacia la patria, la tierra de nuestros padres, sino un odio explícito hacia ella.
Enrique Gómez Gonzalvo, 16-05-2023 Referencia 343