El comunismo se basa en conseguir una sociedad en la que todos los seres humanos sean iguales. El sentimiento es bueno, la idea es mala. Evitar la explotación del hombre por el hombre es un buen sentimiento que coincide con el concepto cristiano de la caridad, de ayudar a los pobres, a los desposeídos, por eso muchos católicos cuando pierden la fe, pero si conservan esos sentimientos, abrazan el comunismo. La idea es mala porque no se adapta a la naturaleza humana. La civilización sin la idea de propiedad privada no existiría. El altruismo abstracto y universal es excepcional, trabajar gratis para nuestros semejantes no motiva a casi nadie. Solo existe el altruismo dirigido a nuestros hijos, porque son nuestros propios genes. Al no haber estímulo para el enriquecimiento para nosotros o para ellos, no tiene sentido el esfuerzo personal por lo que la sociedad no progresaría.
Aunque el comunismo no fue derribado por nadie sino que cayó por sus contradicciones internas, disolviéndose como un azucarillo, hay que recordar a tres personalidades que si contribuyeron a su caída. Ronald Reagan pudo lograr una reconstrucción económica y militar tan gigantesca que cuando la URRS quiso emularla, se colapsó. Margaret Tacher con sus firmes convicciones a favor de la libertad. Juan Pablo II combatió al enemigo que tenía dentro de su propia iglesia como caballo de Troya, la llamada teología de la Liberación descaradamente comunista, totalitaria y pro soviética, que consistía básicamente en que para conseguir la igualdad, legitima la violencia y el terrorismo.
Podría pensarse que una ideología, un sistema que ha producido más de 100 millones de muertos y la ruina económica en los países en que se ha implantado desde Cuba, hasta Rusia, China, Angola, Mozambique, Vietnam, Laos, Camboya, Europa del Ese, Somalia, Angola, Mozambique, Etiopía y otros países, nunca más volverá. Pero el comunismo, la doctrina, no se ha condenado. Los gobernantes comunistas no han sido juzgados. No ha habido un tribunal de Núremberg como el que juzgó a los nazis. En España, Paracuellos no se ha investigado, ni siquiera es de buen gusto recordarlo, Carrillo el responsable fue homenajeado en su 90 cumpleaños y, entre los asistentes Pérez Barba, ex rector de la Universidad de Madrid y ex defensor del pueblo dijo: aquí estamos los buenos y faltan los malos.
El comunismo vino de un error intelectual de la Ilustración. Rousseau, el primero y más típico representante de la misma, dijo en El buen salvaje, que el hombre era bueno, pero que lo corrompía la sociedad, organizando esa sociedad, crearíamos un hombre nuevo, el hombre comunista.
Enrique Gómez Gonzalvo, 20-05-2023, Referencia 6