
El cerebro es un conjunto de células llamadas neuronas (unos 100 billones) que inter conexionadas generan actividades mentales: pensamientos, emociones, memoria, recuerdos, etc. El mecanismo por el que algo material, el cerebro, produce esas actividades mentales es totalmente desconocido.
El pensamiento es propio del ser humano y, gracias a esta capacidad intelectual, el hombre ha generado una cultura y una civilización. Parece ser que, en el curso de la evolución, el pensamiento y el proto lenguaje aparecieron a la vez hace 400.000-300.000 años. Ambas facultades están muy relacionadas, se piensa normalmente en palabras, aunque también se puede hacer en imágenes.
Para pensar además de la palabra se precisa inteligencia. Muchas especies de animales pueden pronunciar palabras e incluso largas frases, pero no entienden su significado porque les falta inteligencia para el pensamiento abstracto.
El pensamiento se basa en la reflexión y ésta en la asociación de ideas. Sin él no habría habido progreso. Las golondrinas, construyen hoy sus nidos como lo hacían hace dos millones de años y todas lo hacen exactamente igual.
El pensamiento filosófico ha ido evolucionando de esta forma:
PENSAMIENTO PRIMITIVO O ARCAICO El hombre observaría los fenómenos de la naturaleza: la luz, la luna, el sol, los ciclos estacionales, los huevos, las serpientes, el crecimiento de las plantas. No los podría explicar y los atribuiría a otros seres superiores a los que llamaría dioses.
PENSAMIENTO MÁGICO Para dominar esos fenómenos en su beneficio intentaría ponerse en contacto con esos seres superiores y los encargados de ello se llamarían chamanes o hechiceros y lo harían mediante, ritos, danzas, fechas sagradas, etc.
PENSAMIENTO RELIGIOSO Hace apenas 100.000-35.000 años surgió la idea de la existencia de un ser único, todopoderoso y con ello el auténtico sentimiento religioso. Los chamanes se llamarían sacerdotes y serían los intérpretes y los intermediarios de los dioses. Intentarían influir en su voluntad, y con ello en nuestro destino, mediante la súplica (la oración) o los sacrificios (incluso de seres humanos) porque ese dios, después de haber creado al hombre no se desentiende de él, sino que sigue su comportamiento y le exige sumisión.
La existencia de ese dios, además de explicarnos el origen del universo, nos permitiría contestar a las siguientes preguntas: de dónde venimos, que hacemos aquí, a donde vamos. Nos anunciaría la existencia de otra vida después de la muerte y nos prometería una vida eterna. Así la religión nos calmaría la ansiedad creada por nuestro incierto futuro.
Por todo ello la idea de ese dios tuvo tal fuerza que no ha habido ningún pueblo de la tierra ni sociedad que no la haya aceptado.
En principio ese ser invisible que engendraba la vida, por analogía con el parto, solo podía ser mujer. Era la diosa paleolítica. Desde el Neolítico, sería varón.
Los reyes surgirían más tarde y se aliarían con los sacerdotes. A veces el poder religioso y el político, el sacerdote y el rey, recaería en la misma persona (como los faraones) y su poder sería inmenso.
PENSAMIENTO RACIONAL Con la filosofía griega, Aristóteles intentó darnos una explicación de la naturaleza y del universo que no repugnara a la razón, pero durante el Medievo, todo siguió girando en torno a dios. Santo Tomás y la Escolástica intentaron coordinar la fe con la razón, pero siempre subordinando la razón a la fe. Tenían razón los protestantes cuando afirmaron que a Dios no se le puede conocer por la razón sino por la revelación.
En el siglo XVII el pensamiento racionalista se intensificó con Descartes. En el Siglo de la razón o el Siglo de las luces entramos en la Modernidad, cuyo primer movimiento filosófico recibió el nombre de Ilustración. Tras ella vendrán la Revolución francesa, el liberalismo, el nazismo, el fascismo, la Revolución rusa, el anarquismo y el comunismo.
Todas esas ideologías han fracasado porque no han logrado un mundo mejor. Sí sabemos la razón: ninguna ha podido conseguir que el hombre sea bondadoso, para ello sería necesario cambiar nuestra naturaleza. Algún día la ciencia lo conseguirá, quizá modificando nuestros genes, pero el hombre dejará de ser el homo sapiens sapiens. Será otra cosa.
Enrique Gómez Gonzalvo, 25-02-2017 (Referencia 31)
me encanto tu blog para mi personal project del colegio
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