Fernando Trueba, el 19-09-2015, al recibir el Premio Nacional de Cinematografía, dotado con 30.000 euros procedentes de nuestros impuestos, en presencia del Ministro, ha afirmado: “jamás he tenido sentido nacional, nunca me he sentido español ni cinco minutos, en caso de guerra estaría con el enemigo, hubiera preferido que la guerra de la Independencia la hubieran ganado los franceses”
¿Se sentirá esquimal, bosquímano, hutu o tutsi, antes que español? ¡Cuánto tiene que odiar a España y a los españoles! En la guerra de la Independencia que él hubiera preferido que hubieran ganado los franceses, murieron de 250 a 300.000 personas y entre hambrunas y epidemias la cifra se elevó a 600-700.000 que para una población de 10 millones serían 5 ó 6 millones de hoy.
Los ejércitos contendientes y las guerrillas se aprovisionaron sobre el terreno mediante requisas. La devastación y los robos diezmaron la producción agraria, mientras que los campesinos no se animaron a cultivar por la incertidumbre. La falta de subsistencia extendió el hambre y provocó una intensa crisis de mortandad en 1812. Hubo industrias que casi desparecieron como la textil lanera de Castilla ya que los rebaños de ovejas merinas sirvieron para alimentar a las tropas. El transporte de mercancías se paralizó, pues los bueyes, mulos, caballos y otros animales de tiro fueron incautados por los militares. La guerra generó un fuerte déficit en las finanzas públicas: en 1815 la deuda estatal superaba los 12.000 millones de reales, cifra veinte veces superior a los ingresos anuales ordinarios.
Los ejércitos franceses robaron, violaron, se llevaran el patrimonio nacional almacenado durante siglos en monasterios e iglesias.
Trueba hubiera preferido que hubieran ganado los franceses En el cuadro de Goya, Los fusilamientos de la Moncloa, él está con el que fusila, no con el que levanta los brazos. Pero el dinero del premio no lo devuelve.
Mientras, el pueblo español, al que tanto desprecia, hizo en Cádiz una Constitución, la tercera del mundo y mejor que la francesa, porque nuestra constitución, no pretendía guillotinar a nadie.
En el Nou Camp. 1l 13-11-2015 se ofendió de la manera más grave, más deliberada, más estúpida y más multitudinaria a la nación española de lo que se ha hecho nunca. Más de 100.000 personas abuchearon el himno de la nación español y al Jefe del Estado español que es el Rey Felipe VI. Nadie cerró el campo ni ha echado al equipo de la liga española. Si el rey hubiera abandonado el campo, el aplauso en toda España hubiera sido atronador.
Además de los separatistas, gran parte de la izquierda también odia a España. Se avergüenzan de nuestra historia. Esto no ocurre en Francia, Italia, Reino Unido, etc. No es que ellos no hayan tenido enfrentamientos civiles, pero es que ellos presumen hasta de sus crímenes, como hace por ejemplo Francia con el Terror revolucionario de 1789, mientras que nosotros no nos enorgullecemos ni de nuestros héroes.
Enarbolar la bandera de España es considerado como un gesto fascista, mientras que cantar las glorias del comunismo, la aberrante ideología de los cien millones de muertos, sigue pasando por progresista. Se proclaman apátridas y celebran cuando de malo sucede a la nación española. Es la religión del odio.
A Pablo Iglesias le gusta escuchar La Marsellesa y no nuestro himno nacional al que llama “cutre pachanga fachosa”, que tiene que escuchar antes de los partidos y añade “a mí me revienta el nacionalismo español (mucho más que el vasco o catalán), que le voy a hacer”
Y yo me pregunto ¿para qué querrá ser Jefe de Gobierno del Estado español? ¿Qué querrá hacer con España?
¿Por qué odian a España?
Enrique Gómez Gonzalvo, 29 de Enero de 2016-01-28
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