LOS ENEMIGOS DE ESPAÑA

 

1 Los enemigos de España Decía Bismarck, el káiser alemán, que la nación más fuerte de Europa era España porque había estado dos siglos intentando suicidarse y no lo había conseguido.

Los enemigos de España  son  los Pablo Iglesias, los Oriol Junqueras, los Otegi  y las  Ada Colau. A ellos   no les une consanguinidad alguna, pero  sí les emparenta un objetivo común: acabar con la unidad de España y destrozar el régimen de paz y prosperidad que, basado en la monarquía parlamentaria, se inició en 1978.

Detrás de estos líderes  están los comunistas de Podemos, los independentistas  catalanes, los filo etarras  y los seguidores de Ada Colau, que no se sabe si son más independentistas  que comunistas o más comunistas que independentistas.

Pero todos ellos no serían nada si no fueran apoyados por Pedro Sánchez, al que pusieron en el gobierno aprovechando una moción de censura.

Los enemigos de España, para provocar su destrucción, utilizan dos instrumentos fundamentales: la historia y la lengua, ésta como equivalente de la raza.  En ambos procesos  cuentan con la inestimable colaboración del  Partido Socialista Obrero Español.

La izquierda  considera nuestra  historia  como reaccionaria a perpetuidad y comparte  la hispanofobia con  los separatistas, a la vez que los considera progresistas.  Tratan de borrar la historia común de los españoles que tiene  una antigüedad de 2.000 años.  Considera todo el legado español en América como algo postizo; para ellos América es una entidad preexistente a su descubrimiento por España.

El  caballo de Troya que utilizan  para romperla es la lengua. El objetivo  es desterrar  el español como lengua vehicular  en las comunidades que tienen una lengua regional: Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Navarra, País Vasco y Galicia.

El  modelo que se ha copiado en todas esa comunidades es el catalán. La primera medida, en cuanto alcanzan el poder los nacionalistas en su  comunidad,   es hacer cooficial la lengua regional. A continuación viene   la inmersión lingüística en la enseñanza y después prohíben el español  en la administración, con lo que se consigue cerrar los cargos públicos a los que no sean de la tribu.

Se trata de dividir la sociedad. Los que hablan la lengua regional son los buenos catalanes, valencianos, etc. y los demás   son los malos. En alguna comunidad les dicen que hablan la lengua  de las bestias y por eso  no les dejan  rotular sus comercios en español. El paso siguiente será declararlos extranjeros en su propio país.

La lengua regional también la manipulan. En Cataluña no enseñan la lengua vernácula, sino el catalán de la Pompeu Fabra, que es un catalán manipulado para que no se parezca tanto al español. En las Baleares ha desaparecido el mallorquín, el menorquín y el ibicenco;  la lengua que se enseña es el catalán de Barcelona. En el País Vasco había 7 bables y dos variantes de bable; actualmente se habla el euskera batua que no se parece a ninguno de los siete.

La política lingüística de Galicia, que también es antiespañola,  está calcada de la de  Pujol y encima la impuso Fraga. En Asturias quieren imponer la fabla asturiana y el eminente filósofo y lingüista,  Gabriel J. Maestro, ha afirmado que “no utilizará el bable en su p. vida”

En Valencia, que es la tierra que mejor conozco, ¿por qué tienen  que introducir el valenciano, donde solo lo habla el 30 % de la población e incluso  hay  zonas enteras, sobre todo en el interior, en las que no lo habla nadie?  Esto supone  que  el 70 %  de los valencianos están marginados en su propia tierra por la cuestión lingüística.

Hace uno días, el Presidente de la Generalidad Valenciana, del Partido Socialista, anunció que subvencionaría  a los ayuntamientos que rotulen “exclusivamente en valenciano”.

No les imponen en el valenciano, sino el catalán.  Son separatistas, pero para ser vasallos de  otra comunidad, en la que serían ciudadanos de segunda. Quiere convertir a la Comunidad Valenciano  en el País Valenciano dentro de los países catalanes. Es un caso de auto odio único en el mundo.

Piensa la izquierda  que 10-15 años son  los que necesita la derecha española para cambiar y convertir a España en 12-14 ó 16 reinos de taifas.

¿Qué clase de monstruos tiene la izquierda española que quiere destruir la España de sus  antepasados, que tiene  2.000 años de antigüedad?

Enrique Gómez Gonzalvo  26/04/2019 Referencia  383