EL PROBLEMA DE LA IZQUIERDA CON EL SEXO

                    

La izquierda, al menos la que nos gobierna,  parece que considera  al niño como  un ser neutro  que puede elegir su sexo e incluso cambiarlo cuando quiera. El sexo no se puede elegir, viene determinado desde el mismo momento de la concepción, el cambio de sexo no existe, no es posible. Se pueden amputar los órganos sexuales, incluso los ovarios y los testículos, se puede construir algo parecido al pene o la vagina, pero no se pueden cambiar los cromosomas y el que nace varón morirá varón y la que  nace mujer morirá mujer. Decir lo contrario a los niños es una aberración y les provoca  confusión y ansiedad. Cada célula de nuestro organismo es masculina o femenina y hasta las momias egipcias sabemos por los cromosomas si era hombre o mujer.

La sexualidad es una facultad humana, un hecho biológico no una construcción social. El sexo no depende de los caracteres sexuales secundarios, pene o vagina, ni siquiera de la existencia de testículos o de ovarios, ni tampoco de las hormonas, sexuales (testosterona o estrógenos). El sexo viene determinado por los cromosomas sexuales.,  el varón tiene el cromosoma XY y la mujer el cromosoma XX.

 Las primeras manifestaciones  de sexualidad aparecen en el lactante, pero  el verdadero despertar sexual tiene lugar a los 8-9 años, son las primeras novias. A los 10-11 años  las chicas les estorban, y con la pubertad,  sobre todo en el varón, la sexualidad  adquirirá un vigor volcánico. A  los 16 aparecerá el primer amor y,  finalmente el erotismo se desvanecerá con la senectud, pero durante toda la vida ha sido un sentimiento muy fuerte, escapando al control de la razón, de las hormonas sexuales y de las leyes.

Existen diferencias en la sexualidad  entre el  varón y  la mujer. Más intensa en el varón, es también más propenso a la promiscuidad, por eso las parejas de lesbianas suelen durar más que las de homosexuales. También es  más propenso a la celotipia y más rápido  en enamorarse y desenamorarse. La violación no es un acto sexual, es un acto de poder, de dominación.

El flechazo es más habitual en el hombre que en la mujer porque el varón  se suele dejar llevar más por el golpe de vista del rostro y por determinadas formas corporales de la mujer. La mujer busca, tal vez sin que ella lo sepa, que le den afecto, que la protejan, que le garanticen de alguna forma que si llegara a ser madre su compañero cuidaría bien de sus hijos. Ambos, durante el enamoramiento, los que están en este proceso pasional del amor, tienen unos niveles del neurotransmisor serotonina análogo a los que sufren el trastorno obsesivo compulsivo.

Carmen Calvo, la que fue vicepresidenta en un gobierno de Pedro Sánchez, no sabemos  la razón, pero dijo que  hay que evitar el romanticismo en las jóvenes  aparejas, probablemente se debería a alguna vivencia personal. El objetivo de la izquierda es reglamentar las relaciones sexuales y afectivas, sustituyendo la libertad y la espontaneidad por la ortodoxia ideológica de los científicos sociales de turno.

Enrique Gómez Gonzalvo,  21-05-2023 Referencia 353


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