Hedonismo es la búsqueda del placer buscando la felicidad. Fue en el siglo XVIII con la Ilustración cuando, al no tenerse en cuenta el cielo y el infierno, se empezó a pensar que si no existía la felicidad en la vida eterna había que aprovechar la actual.
En épocas pasadas, como la vida era corta y difícil y lo habitual era la desgracia y el dolor, predominaba la resignación y el fatalismo. Ahora no aceptamos los límites de la condición humana: el dolor, la enfermedad, el envejecimiento y la muerte. Queremos ser jóvenes a los 70, sexualmente activos, económicamente boyantes y políticamente acertados. Se busca una respuesta técnica o medicalizada al sufrimiento, se pretende satisfacer todos los deseos y queremos comprar la felicidad. Si antes la gente buscaba alivio en la religión ahora se ha quedado con el sexo, la belleza física, la comida, viajar y, a veces, las drogas, pero todo ello es muy efímero.
Un dato llamativo en la sociedad actual es el elevado consumo de ansiolíticos y antidepresivos. Según datos del ministerio de Sanidad en España en el 2021 se consumieron 54 millones de cajas de ansiolíticos y 29 de antidepresivos. Si descontamos a los menores de 15 años, tocamos a dos cajas anuales por español. Si este tipo de trastornos, ansiedad y depresión, no tiene carácter genético tiene que deberse a problemas reales. Algo tendrá que ver la crisis actual de la familia pues el 57 % de los matrimonios en España terminan en divorcio y la pérdida de ese apoyo emocional es insustituible.
El problema principal en la sociedad actual no es el analfabetismo, la pobreza, la desigualdad, la violencia la ignorancia, las pandemias, el machismo, la violencia de género, el racismo, el problema social numero uno es el gran número de niños sin padre. Los niños abandonados por su padre tras el divorcio o engendrados por mujeres solteras o divorciadas representan en Suecia el 60 %. De la ausencia de un padre en el hogar vienen la mayoría de los conflictos sociales actuales, la drogadicción, la violencia juvenil, la delincuencia, el fracaso escolar, los embarazos de las adolescentes, etc. Cuestión aparte están los niños no nacidos porque sus madres fueron retrasando la maternidad hasta conseguir el éxito profesional, lo que trae el nuevo problema del envejecimiento de la sociedad, pero esto es otra cuestión.
Enrique Gómez Gonzalvo, 9-04-2023 Referencia 672