El Estado es la institución que dispone del monopolio del uso pacífico de la violencia para obligar al cumplimento de las leyes, de forma que Estado y poder son casi sinónimos. Contrariamente a lo que piensan los anarquistas, cuyo lema es ni papa, ni rey, ni patrón, para los liberales la autoridad es necesaria. Un Estado sin policía, sin ejército, sin guarda urbana (Guardia Civil en el caso de España), sin servicio secreto es inviable, sería un Estado fallido.
El poder del Estado, el poder político, es el único poder y cuando hay un poder económico que es asimilable al político es porque hay corrupción. Esto ocurría con mayor frecuencia en los sistemas no democráticos del siglo XVIII, cuando se juntaban aristócratas con funcionarios del rey y terminaban consiguiendo monopolios y privilegios. El hacerse rico con favores del gobierno, se llama corrupción.
La experiencia ha demostrado que los gobernantes tienden a abusar de su poder intentando organizar nuestras vidas, por lo que la intervención del Estado en la vida del individuo debe ser solo la indispensable y es necesario que los tres poderes el legislativo, el ejecutivo y el judicial se equilibren y se vigilen mutramente. En las monarquías absolutas los tres poderes estaban incluidos en la figura del Rey y, en la tradición del comunismo, la jefatura del Estado era el instrumento de dominación de la clase dirigente u opresora a la clase dominada u oprimida.
El poder del Estado no es ni puede ser absoluto, no por razones morales sino prácticas. El totalitarismo político es imposible de realizar, lo que no quiere decir que no exista el totalitarismo como ideología, pero no es posible llevarla a cabo por completo.
El poder político tampoco es homogéneo en sus contenidos. Por ejemplo es muy diferente el poder para fijar impuestos que para planificar la economía nacional o dirigir un ejército en una guerra. Hay cosas que el Estado no puede controlar por más que lo intente el Gobierno. Por ejemplo en el tema de la igualdad laboral en ambos sexos. En Noruega, las políticas sobre la igualdad son muy estrictas, pero a pesar de todos los esfuerzo las mujeres noruegas siguen eligiendo carreras femeninas, el 90 % de enfermeras son mujeres y el 90 % de los ingenieros son varones y, además, la brecha se ha hecho más profunda. Algo parecido ha ocurrido en los programas para reducir la violencia doméstica de los hombres sobre las mujeres; a pesar de la inversión en las campañas de concienciación de decenas de millones de euros los resultados siguen siendo malos.
A veces el Estado debe utilizar todo la fuerza de que dispone, por ejemplo Abrahán Lincoln empleó todo el poder que le concedió la Constitución contra los Estados del sur, les atacó a los siete estados que luego fueron once, no porque fueran esclavistas sino porque declararon la independencia rompiendo la Unión.
Enrique Gómez Gonzalvo, 4-04-2023, Referencia 293