Las relaciones sexuales con niños, familiares o no, han estado prohibidas en todas las civilizaciones desde el Neolítico. En nuestro ordenamiento jurídico tener relaciones sexuales con alguien menor de 16 años es un delito, no cabe el consentimiento. Ahora la ministra de Igualdad, Irene Montero, la más progre entre las progres ha dicho en el Congreso que los niños y niñas tienen derecho a poder tener relaciones sexuales con las personas adultas que les de la gana, eso si, siempre que esas relaciones sean consentidas. Esto es la aprobación de la pederastia.
Irene dice que la ley no tiene que entrometerse en asuntos tan privados. Siguiendo con este planteamiento después vendrá la aprobación de la poligamia, la zoofilia, la necrofilia y toda clase de aberraciones sexuales. A la vez eliminarán la cruz porque, dicen, es “un símbolo de opresión” y va contra el multiculturalismo y la tolerancia.
El tema no es nuevo. La izquierda posmoderna, la izquierda progre que nació en Mayo del 68 y que ahora está al frente del cotarro, siempre ha tenido el castigo por abuso sexual a menores como algo reaccionario. Daniel Bendit apodado Danny el Rojo, líder de mayo francés del 68, en su libro El gran bazar defiende la pederastia y explica como él la practicaba con sus alumnos cuando era monitor de una escuela de primera enseñanza. Para él, la pederastia era como un símbolo de libertad, no hay ninguna razón para prohibirla si el niño quiere, aunque sea menor de edad. En los años 90 lo negó diciendo que él no había hecho aquellas cosas y explicó que lo publicó para provocar, pero el libro fue reeditado y Dani no fue condenado. Muy aburguesado, llegó a ser teniente de alcalde de Fráncfort del Meno (Alemania) y posteriormente eurodiputado por los verdes. Ahora está con Macrón. No ha pagado ningún precio por aquellos delitos.
Tampoco el incesto, aunque su prohibición haya existido en todas civilizaciones, debería estar castigado, pues según la ideología marxista todo afecto puede ser sexual y todo sexual es afectivo. Por ello, si dos adultos pueden decidir si quieren tener sexo, siempre que no haya ninguna forma de dependencia, no hay ninguna razón para prohibir el incesto.
Los curas posmodernos, siendo al lado de la izquierda, coinciden con los comunistas cuando dicen “donde hay amor existe poco pecado” y el papa Francisco ha afirmado recientemente “son peores los pecados como el orgullo y el odio que los carnales.”
Enrique Gómez Gonzalvo, 30-03-2023, Referencia 354
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