Los franceses consideran que su país es el centro de Europa y del mundo. Y como suelen hablar muy bien de si mismos (no como los españoles), por un efecto mimético y porque su propaganda es muy buena todo el mundo habla bien de Francia, de sus acontecimientos históricos, de sus vinos y sus quesos. Ellos creen que Francia posee una enorme valía por difundir los valores de la democracia y, Occidente, debería agradecer su coraje y lucidez por su lucha a favor de la libertad. Se presentan a si mismos como el país que terminó con el Antiguo régimen, con la Monarquía absoluta y que trajo, con la Ilustración, la ciencia y el racionalismo. Sin embargo, sin negar los méritos de la historia de Francia, es cierto que no resiste la historia de España pero es que ningún pueblo ha hecho una aportación a la civilización universal como los españoles.
Ellos, reivindican la Revolución francesa como si hubiera sido un gran éxito a pesar que 40.000 personas perdieron la vida. Considerada la madre de todas las revoluciones, terminó en la cruel dictadura del Directorio. Su fracaso fue total, puesno solo pretendía la reforma de su país sino la regeneración del género humano, la creación de un hombre nuevo y cambiar la sociedad de arriba abajo mediante la razón. Es lo que Hakey llamaba la fatal arrogancia. Tras la Revolución, llegó Napoleón y las terribles guerras napoleónicas que, si a nosotros nos hicieron polvo, a Francia le produjeron 2 millones de muertos, 5 millones de heridos graves y legiones de mendigos durante dos generaciones.
Reivindican también la Revolución de 1848, la Revolución de 1869, la Comuna de París de 1871, la revolución estudiantil de 1969 y apelan constantemente a las ideas de igualdad, libertad, fraternidad, resistencia popular, etc. Se enorgullecen constantemente de sus personajes históricos como Carlomagno, que pretendía, sin saber porqué ser el heredero del Imperio romano, o Roldán, el héroe nacional que fue derrotado en Roncesvalles por Bernardo del Carpio sobrino de Alfonso II. En los territorios que colonizó en lo que hoy es Canadá, copiando el sistema español, fundó un virreinato, pero no prosperó. Alguien dijo que para ello hubiera sido necesario salir de los salones perfumados y quitarse la peluca del Imperio. Por dos veces intentó la colocación de un emperador en Méjico y también fracasó. En cambio, en relación con su pasado colonial conserva grandes intereses en África: 12 ó 15 países utilizan el franco francés aunque en Francia no existe desde el año 2000 cuando fue sustituido por el euro y el 25 % de los recursos de esos países están depositados en París.
El general De Gaulle, para aumentar su grandeza, favoreció la entrada de miles de musulmanes en su territorio europeo y hoy representa uno de los más graves problemas que afectan a cuestiones sociales, culturales y de seguridad.
En Francia, que pasa a ser considerada por muchos españoles por ser una sociedad mucho más avanzada y equilibrada que la nuestra, en noviembre del 2018 se produjo el movimiento de protesta de los chalecos amarillos que provocó en sus manifestaciones violentas varios muertos, cientos de heridos y miles de detenciones.
Enrique Gómez Gonzalvo, 25-03-2023, Referencia 146