Para los progres las enfermedades mentales, en contra de la biología y de la ciencia, son producto de la pobreza, del paro y de la opresión social. No hay nada biológico ni genético, es todo social. La evidencia científica demuestra que esto no es así. Una madre esquizofrénica con dos gemelos homocigotos (que comparten los mismos genes) dados en adopción, el riesgo de esquizofrenia es el mismo en ambos, independientemente del tipo de familia que los haya adoptado.
Si la causa fundamental de estas enfermedades fuera la pobreza no habría enfermos mentales en los países ricos. En la crisis económica del 2008 aumentaron las enfermedades mentales, especialmente los trastornos por ansiedad generalizada y los cuadros por depresión, y luego se volvió a las cifras normales, pero se suicidó más la gente rica que la normal.
Estudios recientes han demostrado que los trastornos por ansiedad y los depresivos son ligeramente más numerosos en Francia que en Rumanía, pero se atribuye a que se diagnostican mejor. La esquizofrenia, el autismo y los problemas de desarrollo son igual de frecuentes en todos los países.
Las drogadicciones y el alcoholismo son más frecuentes en familias desestructuradas, pero lo fundamental es la predisposición genética. Hay jóvenes que prueban la droga una o dos veces y no les pasa nada y otros que se quedan enganchados. Ocurre como con la orientación sexual, la homosexualidad está en todos los países entre el 6 y el 12 % y nadie la elige voluntariamente.
El consumo de medicamentos contra estas enfermedades se ha elevado mucho, pero no se debe a que hayan aumentado sino a que se diagnostican más, se tratan mejor y, sobre todo, a que hace solo unas décadas existían muy pocos medicamentos eficaces contra ellas.
Los enfermos mentales pueden cometer delitos como el resto de los mortales, y de ellos son responsables. Los cometidos por enfermos psicóticos en el curso de delirios y alucinaciones son muy escasos y, casi siempre, se trata de enfermos no diagnosticados o que no han seguido correctamente el tratamiento farmacológico. No es esta la opinión de un gran número de ciudadanos y un estigma acompaña a estas enfermedades. Con mucha frecuencia la palabra esquizofrenia asusta y la familia tiene que dar explicaciones y pedir respeto para ellos. Lo que si son peligrosos estos enfermos son para ellos mismos y se calcula que, por cada persona asesinada, entre ellos se producen 100 suicidios.
Los que si son peligrosos para la sociedad y, con mucha frecuencia reincidentes, son los psicópatas, pero ellos no son enfermos. No sufren un trastorno mental sino un trastorno de conducta. Saben lo que hacen y son responsables de sus actos.
Para los socialistas el responsable del delito no es el individuo sino la sociedad, por eso quieren vaciar las cárceles, creen que la mayoría de los presos deberían estar en la calle. Fernando Ledesma el primer ministro de Justicia con Felipe González en 1983, sacó a la calle de una tacada 9.000 presos preventivos porque llevaban mucho tiempo en espera de juicio debido al atasco en los juzgados.
Que le vamos a hacer. Es su ideología y no pueden cambiar.
Enrique Gómez Gonzalvo, 9-03-2023 Referencia 655