Víctor Franklin profesor de neurología y psiquiatría, prisionero judío en los campos de concentración nazi de Auschwitz, dijo: estoy absolutamente convencido que las cámaras de gas, en última instancia, no nacieron en algún ministerio de Berlín, sino en los escritorios y salas de conferencias de científicos y filósofos nihilistas.
El brillante politólogo americano Richard M Beaver decía que las ideas políticas siempre tenían consecuencias. Es lo que ocurrió con la idea que tuvo Rousseau. Antes de él se decía que la agresividad del ser humano y su predisposición a la lucha venían de su animalidad. Rousseau, en flagrante contradicción con la experiencia y la observación de los hechos, afirmó que el hombre era bueno por naturaleza y que la civilización lo había corrompido. Las consecuencias de esta idea tan peregrina han sido catastróficas
La primera consecuencia lógica de ese pensamiento venenoso es que si el hombre es bueno y practica el mal será porque no sabe lo que le conviene, así que es lícito que yo le diga lo que es mejor para él, lo que es justo y bueno. El día que descubra que su verdadero yo está lleno de bondad, entenderá mi actitud y me estará agradecido. Esta monstruosa paradoja les ha servido a todos los comunistas y revolucionarios, desde Robespierre, Mussolini, Lenin, Castro hasta Sendero Luminoso para justificar sus crímenes.
La segunda consecuencia es que si ha de prevalecer el interés general sobre el interés individual, el individuo debe someterse libremente a la voluntad general. Es la teoría del contrato social implícito entre el individuo, la sociedad y el Estado por el cual el individuo cede parte de su libertad para vivir en sociedad y conformar un Estado que lo proteja. De esta forma se justifican los procesos totalitarios.
Algo parecido sucedió con “la idea” de Carlos Marx. Si la historia de la humanidad se reduce a la lucha de clases, el enfrentamiento entre los que crean la riqueza, esclavos, siervos y proletarios contra los que la consumen los amos, señores o empresarios, suprimiendo la propiedad privada desaparecerán las clases sociales.
Ocurrió que a finales del siglo XIX el capitalismo generó una explosión de bienestar popular con Bismarck por lo que los trabajadores no querían la revolución por esto Marx propuso la implantación del socialismo por métodos violentos. Es el Manifiesto comunista. La “idea” fue la causante de los 100 millones de muertos.
Enrique Gómez Gonzalvo,9-02-2023 Referencia 648
237 los discípulos de Rousseau