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En el año 476, cuando los visigodos ya estaban en España, los francos en Francia, Bélgica y Holanda, los vándalos en Andalucía, los alanos en Portugal y los burgundios o borgoñones en Borgoña francesa, una tribu germánica, los hérulos, depuso al emperador romano Rómulo y así se terminó el Imperio romano de Occidente. Europa quedó sumergida en el caos, no había autoridad y la población se refugió en el campo con aldeas amuralladas. La única institución que quedó fue la Iglesia que salvó la civilización Occidental, pues los clérigos en los monasterios eran los únicos que sabían leer y escribir. Solamente en el siglo IX Europa, que entonces se le llamaba La Cristiandad comenzó a salir del caos.
También ahora millones de gentes, fundamentalmente musulmanes, están esperando entrar al otro lado de nuestras fronteras, pero ahora no para conquistar o sojuzgar sino para convivir. Lo que ocurre es que el islam no es una civilización como la nuestra porque las libertades han crecido siempre en sociedades cristianas, en algunas budistas e incluso hinduistas, pero nunca en sociedades islámicas.
El islam avanza pacíficamente en todos los frentes, en todas partes hay más europeos que se convierten al islam que mahometanos que se vuelven cristianos. En Londres, por ejemplo, asisten más musulmanes a las mezquitas los viernes que los cristianos a las iglesias los domingos, aunque la ciudad es residencia de 7 veces más cristianos que musulmanes.
Europa, sin voluntad de defender los valores que la hicieron grande y poderosa, está perdiendo protagonismo y es el enfermo del mundo. Creyendo que no hay verdades absolutas que obliguen a todos los seres humanos, que todo es opinable, que depende de la cultura de cada pueblo o de cada individuo, se está imponiendo una mezcla de hedonismo nihilismo y de relativismo que no nos traerá nada nuevo.
España con su política de “pan para hoy hambre para mañana”, abriendo las fronteras con papeles para todos teniendo 3.024.000 parados y una deuda de 1.503.709 millones de euros, es una alumna aventajada.
Enrique Gómez Gonzalvo, 7-02-2023 Referencia 647