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Una persona muy carismática con una idea muy fuerte y radical, si dispone de la ayuda de los medios de comunicación, puede conseguir muchos seguidores y alcanzar el poder. Esto es el populismo.
Juan Domingo Perón fue el primer líder populista y el que ha dejado mayor huella en su país y en el mundo. No fue un criminal, no mató a nadie, pero recibió una Argentina pletórica, con grandes recursos y enriquecida a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y la dejó arruinada durante muchas generaciones y continúa igual en la actualidad. Partido justicialista le llamaba a su organización y Justicialismo a su régimen en referencia a la justicia social.
Inicialmente el Movimiento tenía un carácter derechista con gran influencia de la Iglesia católica, pero en 1952 rompió esos vínculos al ordenar la separación de la Iglesia y del Estado. Fue en la misma época, cuando en su viaje a España dijo Juan Domingo Perón que el justicialismo argentino y el falangismo eran la misma cosa separadas por la distancia.
Los dos brazos del peronismo, según su fundador, eran la justicia social (rara “justicia” no administrada por un juez sino por un político) y la ayuda social, “con ellos damos al pueblo un abrazo de justicia y amor” y añadía “lo mejor que tiene Argentina es el pueblo.” Esta idea de justicia se le oía con frecuencia a Pablo Iglesias cuando estaba en el Gobierno de Sánchez.
A los peronistas se les atribuye la frase “ladrón o no ladrón, queremos a Perón” o, en otra versión “votamos a Perón aunque sea un ladrón”. Todos líderes populistas pretenden establecer una relación directa con el pueblo pasando por encima de los partidos políticos y de su representación parlamentaria. Perón dijo “la verdadera democracia es aquella en la que el gobierno hace lo que el pueblo quiere y defiende un solo interés, el del pueblo.”
Afortunadamente Franco descabezada la Falange la incluyó en el Movimiento Nacional que nadie sabe lo que era, pero sí lo que no era: nada parecido ni a Falange ni al Justicialismo.
Enrique Gómez Gonzalvo. 24-12-2022, Referencia 155