Bienestar mental es casi sinónimo de felicidad. Son muchos los factores que influyen en el grado de ese bienestar, pero el más importante quizá sea el establecimiento de vínculos humanos tanto profundos como esporádicos (relación de pareja, compañeros de trabajo, vecinos, etc.) cuya existencia es casi imprescindible.
Los humanos somos seres sociales, el cerebro nos ha permitido vivir en grupos sociales complejos y establecer vínculos y, estar conectado con otros grupos, es casi tan importante como la comida y la bebida. Esos vínculos producen un aumento en la liberación de los neurotransmisores que tienen que ver con la confianza como es la occitocina o con el placer como ocurre con la dopamina.
Es importante resaltar lo anterior porque actualmente hay una epidemia de soledad, la gente no tiene con quien hablar. El aislamiento social crónico es un factor de mortalidad más importante que la polución ambiental o que el alcoholismo. Es por eso que Inglaterra ha creado el ministerio de la Soledad porque sabemos que el aislamiento produce problemas de salud con un coste enorme.
Otra cosa que nos da bienestar mental es tener un propósito en la vida para intentar darle un sentido a nuestra existencia. Debemos concentrarnos en el presente, lo que no es fácil porque los seres humanos, a diferencia del resto de las especies, al poder imaginar escenarios futuros y revisar escenarios pasados, olvidándonos del presente, nos puede ocasionar entrar en procesos de ansiedad.
Las conductas altruistas, los que disfrutan haciendo el bien activan los circuitos de recompensa y les da mucho placer. El dinero, a partir de cierto nivel, no tiene mucha importancia en el grado de bienestar. También el ejercicio, una buena comida, una copa con los amigos, activan los circuitos de recompensa. Dormir bien, evitar el estrés, dieta saludable.
En cuanto a la edad, la mejor época es a partir de los 21 años y, más adelante, después de los 60, pues de los 25 a los 60 años uno tiene muchos frentes, la familia, los hijos, el status social, el estatus económico, enfermedades. A los 60 años ya no se quiere cambiar el mundo.
El ejercicio físico mejora el ánimo. Si se realizan ejercicios diariamente no se produce la atrofia del 1 % anual del hipocampo. Se debe mantener la mente activa, pero haciendo cosas nuevas Uno se puede jubilar del trabajo, pero debe seguir haciendo lo que le apasiona.
Dormir ocho horas diarias e importante puesen la presenta década hemos perdido una hora diaria de sueño. Las mascotas para muchos son importantes para el bienestar.
Evitar el estrés, que es el mayor factor de riesgo en la vida moderna. Tenemos el mismo cerebro que hace 30.000 años y lo sometemos con frecuencia a un exceso de información que aumenta el estrés y la ansiedad. Estar demasiado tiempo conectado lo aumenta y a la vez nos hace menos inteligentes.
El optimismo es importante. El cerebro genera los pensamientos y la manera que pensamos influye en lo que sentimos de forma que si cambamos la manera que pensamos podemos modificar lo que sentimos. Vivir en la pobreza produce estrés mental crónico.
Enrique Gómez Gonzalvo, 17-08-2022, Referencia 287