Carlos Marx nació en Tréveris capital de Germania, provincia del Imperio romano. Escribió su obra en la época posterior a la Revolución francesa, que se conoce con el nombre de la Restauración, porque se pretendía volver a las instituciones políticas anteriores a la Revolución. De origen judío, su abuelo que era abogado se pasó al protestantismo, para prosperar socialmente, porque los judíos estaban mal vistos en Alemania. A los 14 años se declaró ateo, se volvió antisemita, casó con una aristócrata prusiana, refinada y culta y en 1848 publicó el Manifiesto Comunista.
De temperamento cicloide alternaba fases de euforia con otras de depresión, nunca trabajó, nunca tuvo un salario, se comió su propia herencia, después la de su esposa y vivió de la ayuda de sus amigos.
Para Marx lo que más ha movido el mundo ha sido el dinero, más que las ideologías, las religiones o el afán de poder. Considera que el proletario no tiene patria, que eso es cosa de la burguesía; la patria para él, es la clase social.
El motor de la historia ha sido el enfrentamiento de las clases sociales. La lucha de los que crean la riqueza, los esclavos, los siervos y los proletarios contra los que la consumen, que son los amos, los señores y los empresarios, porque tienen el poder al disponer de los medios de producción. Dedujo que el hombre solo podría ser libre en una sociedad sin clases, donde nadie poseyera los medios de producción. Suprimiendo la propiedad privada desaparecerían las clases sociales
En el Manifiesto comunista hizo dos profecías. La primera es que los ricos serán cada vez más ricos, cada vez habrá menos y los pobres serán cada vez más pobres y cada vez habrá más. Esta profecía no se ha cumplido. Cada vez hay menos pobres y además ha surgido una nueva clase social, la clase media, que no son ricos pero tampoco pobres. La segunda profecía consistía en que, como los pobres serían tantos y tan desesperados, harían una revolución violenta en la que quitarían todo a los ricos, “los expropiados, expropiarán a los expropiadores”. Esta profecía tampoco se cumplió.
Marx no entendió que lo malo no son las clases sociales son las castas. De una clase social se puede salir si hay mérito y suerte, pero él no habla de castas sino de clases.
Enrique Gómez Gonzalvo, 29-10-2022, Referencia 609
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