El 13 de septiembre de 1923 el general Primo de Rivera dió un golpe de Estado, con el visto bueno del monarca Alfonso XIII, dejando en suspenso la Constitución de 1876 e instaurando una dictadura militar.
La situación en Europa era muy diferente a la actual.Los sistemas democráticos se tambaleaban, incluso en los países que habían ganado la Primera Guerra Mundial. En Alemania se fundó el NSDAP (Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores), más conocido como Partido Nazi, que llevaría al poder a Hitler en 1933. En Italia en 1922 Mussolini implantó el fascismo. Regímenes autoritarios alcanzaron el poder en Polonia y Portugal. En Rusia había triunfado la Revolución bolchevique en 1917.
En Españael régimen de la Restauración estaba muerto. Desde 1902 hasta 1923 hubo 23 gabinetes de gobierno, en parte por el obrar errático y caprichoso del propio Alfonso XIII, que incluso se saltó la cadena de mando durante el célebre desastre de Anual de 1922. Llegó a tener sus propios generales a los que daba órdenes a espaldas de su gobierno produciendo gran descontento en el ejército.
El hecho es que el golpe de Estado fue recibido con satisfacción y alivio en todas partes. Por Alfonso XIII cometiendo perjurio contra la Constitución Española. Por intelectuales de la talla de Ortega y Gasset. Por dirigentes del PSOE, como Largo Caballero, que entonces era un reformista moderado, aunque más tarde cuando perdió las elección de 1933 se convirtió en bolchevique. Por Cambó, de la Lliga Catalanista, que era simpatizante del régimen fascista de Mussolini. Por la burguesía industrial catalana y vasca, ya que el Dictador era partidario del proteccionismo de la industria de ambas regiones, además fue implacable contra el pistolerismo anarquista. Quizá muchos españoles veían en él al “cirujano de hierro” que preconizaban los regeneracionistas con Joaquín Costa a la cabeza.
El General consiguió: Terminar la guerra de Marruecos. Mejorar el orden público y disminuir los atentados anarquistas, pues desde 1919 hasta 1923 se habían producido 1259 y durante los 7 años de la dictadura, 51. Crecimiento acumulativo de la economía al 6 % anual con gran impulso de las obras públicas. Fue el iniciador de la red de Paradores de Turismo (muchos creen que fue Fraga). Creó las Confederaciones Hidrográficas, empresas públicas como CAMPSA y Telefónica.
Se diferenció de Mussolini en que no era fascista sino que su ideología era socialcristiana y en que era pacifista; de Franco se diferenció en que no fue tan cruel como él y que no quiso perpetuarse en el poder.
Renunció al poder cuando se sintió abandonado por el rey y por el ejército, contribuyendo así al auge del nacionalismo periférico y al ascenso de republicanismo y del movimiento obrero. Marchó a su casa y luego a París, a un hotel modesto, para morir seis semanas después.
Su hijo, José Antonio, entraría poco después en política para reivindicar la memoria de su padre.
El profesor Tamames expresó su opinión en el título de su libro “Ni Mussolini ni Franco, Primo de Rivera”.
Enrique Gómez Gonzalvo, 27-10-2022 Referencia 106