La política es la libertad y, el derecho es la propiedad y el derecho a la propiedad. Tal como se entiende en Occidente tuvo su origen en Atenas.
Se dice que la democracia nació en Grecia, pero junto a ella apareció la demagogia y así continúa. Los políticos para alcanzar el poder deben convencer al mayor número posible de ciudadanos, pero como los que se desentienden de la cosa pública son más numerosos que los que están bien informados y además es más fácil convencerlos, a ellos se dirigen preferentemente los candidatos en las campañas electorales. Persuadir con argumentos lo hacen los políticos. Prometer soluciones sencillas a problemas complejos lo hacen los demagogos.
No hay nada que afecte más a la vida de la gente que la política, desde lo más pequeño como el trazado de una carretera, hasta la vida, la muerte, la guerra. Por ello es importante que se dediquen a los asuntos públicos los más inteligentes, los más competentes y los más dotados de la sociedad, sin embargo ocurre lo contrario porque hoy los políticos están desprestigiados y desacreditados. La gente piensa que son corruptos, que se reparten el poder y que no sirven para nada porque no resuelven los problemas de la sociedad.
En lugar de halagar a los votantes y decirles que, en la actual crisis económica nadie se quedará atrás, les deberían informar con datos serios y contrastados de la situación real. Les deberían decir que en España, como en otros países, nuestros hijos y nietos, podrán tener graves problemas con las pensiones, que nadie les pagará su pensión ni el Estado, ni la Unión Europa, ni el vecino del quinto, ni los carteros alemanes.
Todo el mundo debería saber que, así como no hay un sistema económico que haya funcionado mejor a lo largo la historia que el capitalismo, tampoco hay otro sistema político mejor que la democracia.
En el Instituto, durante el bachillerato, se les debería explicar la historia del hambre en el mundo. Que lo que debe preocupar a todos los seres humanos, más que la desigualdad debe ser la miseria. En otras épocas la economía mundial se asemejaba a una tarta y si uno comía más es porque otro comía menos, pero desde que con la Revolución industrial la tarta puede crecer indefinidamente, además del reparto lo importante es hacerla grande.
Lo prioritario para un Gobierno no es tanto el gasto social, sino crear las condiciones para que la tarta pueda crecer. No es verdad que las naciones ricas lo son porque explotan a las pobres; Estados Unidos es un país rico porque tiene las mejores universidades, dispone de grandes recursos y los utiliza bien.
El libre comercio no es que favorezca a los países ricos. Las naciones que más están prosperando con la globalización no son las europeas sino las que pertenecen al tercer mundo como China e India.
Seguro que nadie les habrá dicho nunca que el capitalismo es el sistema que ha conseguido más libertad y riqueza.
Enrique Gómez Gonzalvo, 08-10-2022, Referencia 702
06/05/2018 Referencia 59 Democracia y demagogia
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