La Unión Europea es la gran construcción del Viejo Continente que se inventó para conseguir la paz y la prosperidad a ambos lados del Rin. Fue el 25 de marzo de 1957 cuando los países europeos, en ruina tras la Segunda Guerra Mundial en la que murieron 50 millones de personas, firmaron el Tratado de Roma para preservar la paz. Así se creó la Comunidad Económica Europea que reconocía y garantizaba cuatro libertades fundamentales: la circulación de bienes, de capitales, de personas y de servicios. Partían de la convicción de que tan solo el libre comercio podía garantizar la prosperidad y una paz duradera a una Europa devastada, tras dos guerras mundiales, en apenas un cuarto de siglo.
La vocación europea de algunos jefes de gobierno hizo que el Tratado de Roma pasara a ser un proyecto político, la Unión Europea. España y Portugal se adhirieron en 1986 y comenzaron a beneficiarse de los fondos europeos, especialmente en la época de Aznar, para disminuir las diferencias en el sentido económico.
En 1995 se abolieron las fronteras en siete países: Alemania, Bélgica, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos, Portugal y España y así los europeos pudieron viajar libremente por todo el continente. El 1 de enero del 2002 se puso en circulación el euro y tener una moneda estable, fuerte y única fue un avance extraordinario.
Aunque ha tenido muchos fallos, ha conseguido que Europa haya disfrutado de una paz y prosperidad como nunca las había tenido en toda su historia. Los sesenta años desde de la firma del Tratado son el más largo periodo de paz, democracia y prosperidad de la historia del continente, pues hace menos de 100 años sus ejércitos ensangrentaban los campos de Europa.
Más importante que el progreso económico ha sido la defensa de nuestros valores: la libertad, la democracia, la igualdad, el respeto al estado de derecho, la defensa de los derechos humanos y la solidaridad entre los estados miembros.
Si culturalmente Europa sigue siendo una potencia, políticamente es irrelevante. Mientras no tenga un ejército, una diplomacia y una política común no pintará nada en el mundo. Dado su antiamericanismo latente y su negativa a participar más activamente en la defensa común, las relaciones con Estados Unidos en materia militar son difíciles.
En política internacional su actividad ha sido menor. No intervino en los Balcanes, se quejó del bombardeo de Sarajevo y traicionó a los Estados Unidos en Irak.
Enrique Gómez Gonzalvo, 15-09-2022 (Referencia 80)