EL ESTEREOTIPO DE LOS ESPAÑOLES

                   

El estereotipo es una forma de encasillar y clasificar a las gentes, de ponerle una etiqueta, a menudo sin conocer a nadie del  grupo. Es una forma de simplificar la realidad dada  la infinita variedad y complejidad de la persona humana.  Hay estereotipos de nacionalidades, de sexo, de raza, de clase.

 Los seres humanos somos bastantes parecidos porque nuestro cerebro en todas partes del mundo ha evolucionado muy poco en los últimos 40.000 años y nos siguen moviendo   las mismas emociones y  pasiones. Solo hay pequeñas diferencias culturales que se han ido consolidando en el transcurso del tiempo.

 Los estereotipos no son eternos. Nacen en un momento dado y cambian de aspecto y, espontáneamente, desaparecen (o no).  Por lo tanto son diferentes en cada época histórica y España no es, precisamente, una nación sin historia.

En una primera época nuestro estereotipo vino definido por la Leyenda Nagra y los españoles eran excepcionalmente crueles, intolerantes, tiránicos, oscurantistas, vagos, fanáticos, avariciosos y traicioneros.

En el siglo XIX con el Romanticismo el estereotipo  cambió. Sustituyeron    la crueldad por la temeridad, la codicia por el espíritu aventurero, la arrogancia por el orgullo, el noble ocioso por el mendigo lleno de dignidad, el fanatismo por la intensa religiosidad que les hacía dispuestos a matar por sus creencias. Ya no existía el ideal caballeresco, pero si un cierto desprecio por el bienestar y  el progreso material y el inquisidor se convirtió en  el monje carlista.

  Los escritores que visitaron nuestro país se enamoraron de una España que no existía, de mujeres  con puñal en la liga, de bandoleros, de matadores de toros, de las alegres castañuelas, de la siesta,  de una nación exótica con rasgos orientales con un pasado  musulmán todavía  visible.

En la época moderna los españoles, por la Guerra Civil, son cainitas y solo se “normalizaron” algo durante la Transición.

Actualmente  la imagen de España está estereotipada en 3 ejes. El primero con buen tiempo, sol y playa. En segundo se basa en   exagerar la tradición y el folklore: toros y flamenco. El tercero se refiere  al carácter español: muy social, muy abierto, muy divertido. Además, todos  tenemos el pelo negro, ojos oscuros y la piel morena.

La realidad es que no somos ni  mejores ni peores que nadie. Quizá por vivir en el sur  la luz y el clima han podido favorecer  la creatividad,  el carácter abierto y acogedor y  hacer que las tasas de suicidio y depresión sean más bajas que  en los países  del norte y mayor la esperanza de vida.

En cuanto a la historia, si que nos diferenciamos  de otros pueblos  en la protección de los indígenas, en el mestizaje, en que abrimos el debate de los derechos humanos y en que hicimos la primera globalización.

Enrique Gómez Gonzalvo  11-09-2022 Referencia 598


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