En las relaciones internacionales no hay buenos y malos, cada nación defiende sus intereses que normalmente no coinciden con los de las otras naciones, por lo que pueden entrar en colisión y cada una se defiende como puede utilizando fundamentalmente la propaganda cuando no la fuerza.
Durante el franquismo se hablaba de la “tradicional amistad con el mundo árabe”. Es mentira. Nunca ha habido amistad entre los dos pueblos, ni siquiera durante el franquismo. Lo que ocurrió fue que en el año 1945 el régimen del general Franco sufrió un aislamiento internacional. España necesitaba desesperadamente aliados y los encontró en algunos países hispanoamericanos y en el mundo árabe. A estos les gustaba el discurso franquista que era anticomunista, anti judío y antiliberal. Por ello Franco no reconoció al Estado de Israel y apoyó la causa palestina.
Durante la Transición, estar al lado de los palestinos frente a los judíos era lo progresista. El abrazo de Suárez a Yasser Arafat, el que defendía al grupo terrorista ETA, dio la vuelta al mundo y desconcertó a los americanos. ¿Cómo les iba a pedir que ayudaran en la lucha contra ETA si él defendía a los terroristas de Arafat? Solo Aznar se mostró más crítico con el dirigente palestino y más comprensivo con la postura de Israel y obligó a Marruecos a abandonar la invasión del islote Perejil.
Los progres sufren cierta querencia por el islamismo y dice que son nuestros hermanos y que el islam es la religión del amor. Hablan de nuestro pasado musulmán. Nosotros no tenemos pasado musulmán, fuimos invadidos por los musulmanes que no es lo mismo. Permiten que se construyan mezquitas en España, financiadas por Arabia Saudí, Omar y Marruecos, aunque en ellas se haga proselitismo y se predique el odio a Occidente. Si un imán aconseja castigar a las mujeres debe tomarse como muestra de particularidad cultural o religiosa. Si un obispo opina, que no impone, sobre cuestiones morales como el aborto, dicen en seguida que se presente a las elecciones.
Cuando afirman con Marx que la religión es el opio del pueblo, se refieren al cristianismo no al islam. José Luis Cebrián decía en el diario El País que si no hubiera sido por la Inquisición y la intolerancia religiosa de la Cristiandad, habría surgido una civilización en la rivera sur del Mediterráneo análoga a la del norte.
Hace casi cincuenta años, en 1974, el presidente de Argelia, Bumedian, lo anunció ante la Asamblea General de las Naciones Unidas: un día millones de hombres abandonarán el hemisferio sur para irrumpir en el hemisferio norte. Y no lo harán precisamente como amigos porque irrumpirán para conquistarlo. Y lo conquistarán poblándolo con sus hijos. Será el vientre de nuestras mujeres el que nos de la victoria.”
Ellos, los progres, son así. Para atacar al cristianismo hay que defender al islam. Si se avergüenzan de nuestra historia han de magnificar la de nuestros enemigos
Enrique Gómez Gonzalvo, 6-09-2022, Referencia 69
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