LA   OBESIDAD

                                            

La obesidad está tan extendida que la industria para adelgazar en forma de libros, dietas, pastillas y un  sinfín de remedios, es hoy millonaria. Perder peso es la meta soñada por millones de personas, sin embargo ningún remedio debe ser eficaz ya que solo el 25 % de las personas  que lo intentan lo consigue y ello, a veces, después de varios intentos.

Lo primero que llama la atención es que la obesidad  está más extendida en el hombre  que en el resto de los mamíferos, ya que afecta al 39 % de la población mundial.  Aunque el hambre ha sido la compañera de la humanidad a lo largo de la historia y aunque actualmente aún la padecen  800 millones de personas según la FAO, en el área más pobre del planeta el África subsahariana entre un 20  y un 50% de la población tiene sobrepeso.

 Hay familias de obesos,  las posibilidades de serlo son mayores  si uno de los padres o los dos  lo son y  los hermanos gemelos, que se han criado en hogares distintos, suelen compartir la obesidad.

Esa enorme  extensión se debe  a que en la historia evolutiva de nuestra especie representó una ventaja evolutiva. La capacidad para almacenar calorías   permitía resistir mejor las hambrunas. Hoy, sin embargo, es un problema sanitario porque el exceso de peso influye en la génesis de la arterioesclerosis y en la esperanza de vida.

 La grasa  se almacena en los adipocitos, células  que  disponen de leptina, hormona que informa al cerebro sobre el nivel de grasa acumulada y de acuerdo con ella  aumenta o disminuye su nivel en sangre.

Si nuestros genes son los principales responsables del exceso de peso, si no debemos decir fulano esta gordo, sino  fulano es gordo, si sobre los genes  no podemos actuar, solo influiremos en nuestro peso corporal a través de la dieta (pobre en calorías) y aumentando el ejercicio físico.

Dietas para adelgazar hay muchas. Cualquier revista femenina o  gabinete de belleza tiene la suya. Esto nos indica que ninguna es muy eficaz.

Y para terminar y no cansar al lector unos consejos, sean en forma telegráfica.  Alimentación pobre en calorías y variada para que haya equilibrio entre los diversos principios inmediatos y no falten vitaminas y minerales. Limitar  los hidratos de carbono refinados (pan, pastas, rebozados, repostería y bollería)        y sobre todo azúcar, que  por metabolizarse rápidamente eleva bruscamente el nivel de glucosa en sangre.

 Evitar la vida sedentaria. Disminuir las grasas trans o grasas hidrogenadas que son las grasas artificiales que se producen hidrogenando grasas vegetales porque causan  enfermedades cardiovasculares: bollería industrial, comida rápida (hamburguesas, patatas fritas preparadas, pollo frito preparado), salsas preparadas, congelados (especialmente pizzas) productos precocinados (empanadillas, croquetas, canelones, helados y cremas no lácteas, galletas, donuts, magdalenas, barritas de cereales, margarinas. Disminuir también las grasas vegetales industriales (de girasol, soja y maíz). Utilizar aceite  de oliva virgen extra.

 No se pueden perder más de 3 kg al mes. Si esto ocurre se pone en marcha un mecanismo hormonal que acarreará un efecto rebote.

   Enrique Gómez Gonzalvo, 18-08-2022 (Referencia 11)


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