El escorpión y la rana. Un escorpión le pide a una rana que le ayude a cruzar el río prometiendo no hacerle ningún daño. La rana accede subiéndose a sus espaldas, pero cuando están a mitad del trayecto el escorpión pica a la rana. Ésta le pregunta incrédula «¿cómo has podido hacer algo así? El escorpión se disculpa «no he tenido elección, es mi naturaleza«
El hombre por naturaleza es egoísta y altruista, es individualista pero necesita vivir en sociedad, es racionalista y religioso, es agresivo pero tiene empatía. Tiene conciencia moral pero puede ser capaz de una gran maldad, es racionalista pero su conducta depende de los sentimientos y emociones más que de la razón.
El egoísmo le ayuda a la supervivencia, aunque a veces le obligue a sojuzgar o matar a otros seres vivos lo que explica que la antropofagia ha existido hasta épocas recientes.
El altruismo con su descendencia y con los miembros de su grupo, clan, poblado o nación favorece la supervivencia de los que llevan sus mismos genes. El altruismo abstracto y universal dirigido a todos los seres humanos es poco frecuente y considera al extraño, al extranjero, al que no es como él o de su grupo como un enemigo.
Es sociable y necesita vivir en sociedad porque aislado perecería. Por eso ha triunfado en el proceso evolutivo todo lo que favorece la cohesión social como la moral, el matrimonio, la familia, las creencias religiosas, lo equipos de futbol, etc.
Es individualista porque vivir en sociedad produce roces y problemas.
Es supersticioso porque persisten en él pensamientos mágico religiosos.
Es agresivo lo que en tiempos pudo ser una ventaja evolutiva, pero hoy es una rémora para la convivencia.
Tiene empatía, la capacidad de percibir lo que otros sienten, de escuchar a los demás, de entender sus problemas, sobre todo de su sufrimiento, porque favorece la cohesión del grupo.
Nos consideramos racionales y nuestra conducta depende más de nuestros sentimientos, 63 %, que de la razón el 37 %.
Es religioso y, aunque eso está en contradicción con el pensamiento racional, necesita creer en seres superiores, a los que llama dioses, relacionándose con ellos mediante los sacerdotes Tiene conciencia moral. Es el no robarás, no matarás. Son los Diez Mandamientos o el código de Hammurabi que han existido en todas la culturas. Está bien lo que beneficia a la sociedad, está mal lo que perjudica a algún miembro de su grupo.
Puede llegar a tener una gran maldad y ser sujeto de los crímenes más horribles, superando a los animales más feroces. Pensemos en Hitler, Stalin o en los asesinos en serie.
Tendencia innata a mandar Ninguna sociedad que conozcamos se ha librado del despotismo cuando el déspota se lo puede permitir.
Todo esto y mucho más es el hombre. .
Enrique Gómez Gonzalvo, 6-08-2022(Referencia 74).
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