El colonialismo ha existido siempre desde la época de los sumerios, babilonios, fenicios, cartagineses, etc., pero cuando se habla de colonialismo nos referimos a la acción ejercida por Europa especialmente Reino Unido, Francia, Bélgica, Alemania y España sobre África y los países árabes, tras la descomposición del Imperio turco.
El siglo XIX fue un periodo de paz y prosperidad en Europa, de progreso económico y de brillantez intelectual. Por el contrario, en el continente africano, muchas zonas no habían pasado de las sociedades de cazadores y recolectores con una organización tribial, de todos contra todos y, en amplias lugares, no conocían ni la escritura. Es en este contexto en el que comenzó el neocolonialismo por el que los países europeos ocuparon toda África y gran parte de Asia, siendo Inglaterra la pionera.
Es cierto que se cometieron muchos abusos y hubo casos de una brutalidad tremenda, como en el Congo Belga, colonia propiedad privada del rey Leopoldo II de Bélgica, que la sometió a una explotación sistemática de sus recursos naturales, especialmente marfil y caucho bajo un régimen de terror que produjo entre 5 y 10 millones de muertos.
Al final, salvo excepciones, el balance del colonialismo, la ocupación de unos pueblos por otros que poseían una cultura superior, fue positivo. La colonización mejoró su situación económica y cultural. El África colonial era pobre, pero no miserable, pero tras la independencia en casi todas las naciones se generalizó el hambre y la opresión, al menos, en los primeros años.
Los adversarios de la colonización afirman que el trazado de las fronteras se hizo mal, mezclando en un mismo estado etnias diferentes que se habían odiado a lo largo de la historia, pero ¿qué se puede hacer en un continente con 2.000 lenguas? ¿Crear otros tantos mini estados en lugar de los 50 actuales?
En cuanto a las potencia colonizadoras,según Milton Friedman siempre le ha costado más a la metrópoli mantener las colonias que los beneficios económicos que pudiera haber recibido directa o indirectamente. Por ejemplo, Alemania, Italia Japón, los países derrotados en la segunda Guerra Mundial, cuando perdieron sus colonias iniciaron una recuperación económica más rápida que los vencedores, Francia y el Reino Unido, que las conservaron.
Inglaterra comenzó la revolución industrial cuando se desprendió de su colonia más rica, los EE UU. Portugal tuvo su mayor expansión económica a partir de mediados de los 70, cuando se independizaron Angola y Mozambique. Guinea Ecuatorial estaba mejor con España que con Obian. En el país más rico de Africa, cuya extracción de petróleo per cápita es análoga a la de Kuwait, la población vive en la miseria.
La izquierda europea se avergüenza de su labor civilizadora. Se considera responsable del retraso actual del Tercer Mundo. Afirma que saqueó y esquilmó de materias primas a los países que colonizó y que por ello todavía no se han recuperado. De ahí viene su pobreza y nuestro enriquecimiento.
La razón por la cual Occidente se hizo tan rico y dominante no fue porque esquilmó a las colonias, porque estas no tenían mucho que pudiera ser objeto de pillaje, la razón es que inventó la ciencia, la democracia y el capitalismo.
La riqueza de las naciones no depende de los recursos naturales. África y América del Sur son probablemente los continentes más ricos en recursos naturales, pero albergan algunos de los pueblos más pobres del mundo. Por el contrario, países como Inglaterra, Japón u Hong Kong son pobres en recursos naturales, pero sus pueblos se encuentran entre los más ricos del planeta.
¿Se puede avergonzar Europa de haber conseguido que muchos pueblos que pasaran de la antigüedad cuando no de la Edad del Hierro a la Modernidad? ¿De que la civilización Occidental, que es la que ha proporcionado mayor libertad y bienestar económico, se haya hecho universal, con la única salvedad de la Islámica?
Enrique Gómez Gonzalvo 28-07-2022 Referencia 47