Europa, con poca población, saturada de ancianos, con el estado de bienestar en entredicho, sin ejército, dentro de 50-100 años Europa no contará nada en el mundo. Los futuros europeos no tendrán el grado de bienestar y libertad del que gozaron sus padres.
Es posible que todo se deba a lo que anunció Benedicto XVI “Europa se odia a si misma”. La esencia de Europa descansa en tres pilares: la filosofía griega, el derecho romano y los evangelios. Europa no se gusta a si misma, reniega de su historia, se avergüenza de su acción civilizadora, en la Constitución europea, a instancias de Giscard D Estaign, no se hizo constar en el preámbulo las raíces cristianas de la misma.
La ideología que predomina es el hedonismo nihilista. La sociedad europea no cree en nada. No cree en la existencia de unos principios universales que obliguen a todas las culturas. La verdad depende de cada uno, no hay verdades absolutas. Lo único importante es la economía.
El problema más grave no es la inflación, no es el cambio climático. Es el envejecimiento de la población producido por la disminución de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida debida, en parte, al avance de la medicina. El vacío se tendrá que llenar con la inmigración y el flujo migratorio será tan intenso que la difunta Oriana Fallaci afirmaba que Europa se convertirá en una provincia del islam que se llamará Eurabia.
En economía tampocoel futuro económico es esperanzador No podrá competir con las economías emergentes, fundamentalmente China, India y Méjico con unos salarios más bajos y un aumento constante de la productividad. Tampoco podrá hacerlo con EE UU, cuya economía presenta una tasa de paro del 5 % frente a la Unión Europea del 10 % de promedio y con una tecnología muy superior y con las 8 de las 10 universidades más prestigiosas del mundo.
No hace falta mucha imaginación para pensar que dentro de muy pocos años, en una Europa en una sociedad de bienestar que ha hecho aguas, con escasa población laboral, con recursos económicos limitados, incapaces de mantener a la enorme población de pensionistas, resaltarán enormes residencias de ancianos sobre las guarderías. Y… donde no hay juventud no hay futuro.
Enrique Gómez Gonzalvo, 26-07-2022 Referencia 45