El profesor Jesús G Maestro dice que el término intelectual se ha degradado mucho porque con demasiada frecuencia es alguien que vende públicamente su actividad y sus conocimientos a una forma de poder y, que de la misma manera que los políticos son las putas de la democracia, los intelectuales son las rameras de las ideologías. Añade que siempre ha sido así y que son ellos, los intelectuales de izquierda, los que se atribuyen una superioridad moral que no poseen.
Vargas Llosa afirma que si la izquierda siempre ha tenido gran control de la vida cultural en todos los países es porque, si defiendes las ideas progresistas o incluso comunistas, nunca serás atacado y si las ideas son liberales y conservadoras podrás ser considerado un reaccionario, un facha o incluso un agente de la CIA.
En el caso de España el porvenir económico de los escritores conservadores es más complicado porque el 90 % de los medios de comunicación están controlados por la izquierda o subvencionados por el actual gobierno social comunista.
Llama también la atención que, tras el fracaso del gran experimento de ingeniería social que fue el comunismo que segó la vida de millones de personas, dicha ideología no esté enterrada. Es más, siempre surgen voces nuevas que buscan alguna excusa para intentar convencernos que «esta vez sí» o que «aquella vez no se hizo exactamente como se debía» o que “salió mal porque no lo hicimos nosotros”.
Opiniones de pensadores y filósofos hay para todos los gustos. Pero, ¿como puede haber gentes como Nietzsche que diga que los débiles y los fracasados deben perecer, que se llame virtud a la compasión cuando ésta debería ser considerada una debilidad o que la piedad es más peligrosa que cualquier vicio porque dificulta la selección en la especie? Se ha dicho de él que era nazi, anarquista, etc. Lo único cierto es que era anti demócrata, anti liberal y el inspirador de gran parte de la ideología del Hitler. En una conversación en Núremberg dijo: libraré a los seres humanos de la sucia, denigrante y venenosa locura llamada conciencia y moral.
La realidad es que los intelectuales, con una ceguera enorme y por la belleza de las grandes ideologías, han visto siempre la democracia como un sistema mediocre. A otros, como a Monedero, Iglesias, Alegre, Westringe, etc. lo que les ha deslumbrado es la posibilidad de hacerse ricos asesorando ideologías criminales, lo que no hubieran conseguido defendiendo la libertad, la democracia y el liberalismo.
Quizá todo sea un problema de honestidad intelectual.
Enrique Gómez Gonzalvo, 12-07-2022, Referencia 576