
La corrupción como la avaricia es imposible erradicar porque guarda relación con un instinto primario del ser humano, el de la supervivencia. Se acumula dinero y bienes porque se cree que así se garantiza la seguridad y se asegura el futuro, aunque esto es una ilusión ya que no hay dinero que pueda comprar la vida, evitar una enfermedad grave o comprar el verdadero amor. Pero el instinto de conservación es tan potente que ese deseo de poseer sobrepasa a veces al código civil y al penal.
Hay muchas formas entre los políticos de enriquecerse burlando la ley además de los actos castigados por el código penal. Así, corrupción son los despachos de asesoría que montan los políticos después de cesar en sus puestos, pues no son asesorías sino despachos de tráfico de influencia a los que en Andalucía llaman conseguidores.
Corrupción son los privilegios y prebendas de todo tipo que se ha puesto la clase política y que constituye un verdadero saqueo de los presupuestos del Estado.
Corrupción es el patrimonio que han conseguido tantos políticos cuya procedencia no se ha investigado y ahora los posibles delitos han prescrito.
Corrupción son las Cajas de Ahorro gestionadas por políticos, todas quebradas en la crisis del 2008 y que tuvieron que ser rescatadas porque eran el juguete de los que mandan para dar créditos a sus amigos, por ejemplo construyendo aeropuertos que ahora están vacíos o autovías por las que nadie circula.
Corruptos son los miles de liberados sindicales que solo “trabajan” los días que hay huelgas o manifestaciones. Nadie sabe cuántos hay porque no publican sus cuentas, pero el dinero no procede de las cuotas de los afiliados sino de nuestros impuestos.
Corruptos son los miles de “asesores” que nombran para “colocar” a sus amigos.
Corrupción son las televisiones autonómicas, mantenidas con el dinero de todos los españoles, que solo sirven para que salgan los políticos a exaltar su ego.
Corrupción es la picaresca de la clase política que, para esquivar la acción de la justicia, ha creado la figura del aforado. Se trata de aquella persona, que por ser portadora de una “dignidad” especial, cuando comete un delito no es juzgada por un juez normal como todos los ciudadanos sino por un tribunal especial creado para ellos que es el Tribunal Superior de Justicia. Sus miembros son nombrados por el Consejo General del Poder Judicial y estos son elegidos por los diputados. Se produce el círculo perfecto: los políticos han nombrado a los jueces que los han de juzgar.
Ante la corrupción casi todos los partidos y organizaciones sindicales y empresariales se han comportado de una manera miserable.
Aunque sé que irritará a los progres es necesario que lo sepan nuestros nietos. El dictador Francisco Franco tras cincuenta años con sueldo, primero de general, luego de capital general y de Jefe de Estado, dejó a sus herederos según su testamento, lo que al cambio actual sería millón y medio de euros. En este importe está el pazo de Mieras, que le fue regalado por suscripción popular. Ésta es la herencia del hombre al que, si hubiera querido, le habrían metido el dinero en el bolsillo simplemente mirando para otro lado.
Enrique Gómez Gonzalvo, 3-05-2022, Referencia 25