
Los comunistas españoles dicen que Putin no es comunista, que es la ultraderecha. No es verdad. Putin es un asesino comunista.
La visión del mundo de Putin es comunista. En Rusia no hay libertad de expresión, no hay pluralismo político, no hay libertad de prensa, se asesina a los opositores, la economía está dirigida, el mercado negro lo controlan los comunistas. Eso es el comunismo. Por eso lo apoya China porque es un régimen como el suyo. Por eso lo apoyan todos los estados comunistas, Nicaragua, Cuba y Venezuela y todos los partidos comunistas, incluidos los españoles. Por eso va contra Ucrania que es un régimen liberal, democrático y capitalista, un país libre que quiere entrar en la OTAN para protegerse de Putin.
Rusos, ucranianos y bielorrusos son de la misma etnia, la etnia rusa. Profesan la misma religión, la ortodoxa, escriben con el mismo alfabeto, el cirílico, hablan la misma lengua, el ruso, que nació en Kiev al igual que la nación rusa y donde tuvo su primera capital. Bielorrusos y ucranianos, unos son molingues y otros utilizan la lengua local y el ruso. La misma o muy parecida situación a la de gallegos y catalanes respecto al castellano.
Ucrania como Polonia, Hungría, Chequia, Eslovaquia y los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), tras la disolución de la Unión Soviética, han hecho grandes esfuerzos de occidentalización para no volver a su situación anterior porque dijeron ¡Comunismo, jamás!
Además de comunista, Putin es un estúpido y la estupidez sigue el principio de Hanlon, también conocido como la navaja de Hanlon, que es un principio o regla empírica que establece que «nunca atribuyas a la maldad lo que se explica adecuadamente por la estupidez».
La estupidez se ha dicho es el gran motor de la historia. Hay personas estúpidas e ideologías estúpidas, que son las que no se pueden cotejar con la realidad. Es el caso del nacionalismo, el animalismo, el populismo, el feminismo y, también, el marxismo. Nunca se debe discutir con un estúpido.
Putin, según los psiquiatras no es psicópata, pero sí lo califican de megalómano, ególatra y narcisista, que quiere pasar a la historia como el restaurador de un gran imperio. Es cierto que Pedro I y Catalina la Grande también tuvieron un delirio, pero ellos no eran comunistas.
Enrique Gómez Gonzalvo 27-03-2022 Referencia 686
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