
La idea de vivir juntos todos los españoles ha estado siempre presente desde Recaredo, incluso en el comienzo de la Reconquista cuando surgieron varios reinos cristianos en la antigua provincia romana de Hispania.
Tras la caída del Imperio romano los vascos, gallegos, aragoneses y leoneses, todos hablaban unas lenguas romances derivadas del latín. Unas llegaron a idioma, otras se quedaron en dialectos, otras desparecieron porque la lengua es una cosa viva y, si no sirve, se olvida. Pero todos los españoles se entendían en una lengua diferente a las demás porque era la que más fácilmente se aprendía. Dicha lengua, nacida en el triángulo formado por Vitoria, Burgos y Logroño, es la que hoy la conocemos con el nombre de español porque la hablan prácticamente los 47 millones de españoles.
En Cataluña, además del español o castellano se habla otra lengua romance que es el catalán. La pregunta de cuál es la lengua propia de Cataluña no tiene sentido porque los países no tienen lengua propia. La lengua propia es de las personas, no de los territorios. Cada persona en cada país habla la lengua que le da la gana.
Tampoco no hay ninguna lengua que sea propiedad de un solo país, toda lengua puede ser hablada en diversos lugares e incluso puede ser el idioma oficial de todos ellos. El español es el idioma oficial de España y de 20 países más, además de Puerto Rico. El catalán es el idioma oficial de Cataluña, además del español y se habla también en algunos lugares del sur de Francia.
Otras regiones de España, ahora llamadas autonomías, además del español tienen otra lengua, pero en todas ellas, la lengua mayoritaria siempre ha sido y es el español.
Afortunadamente el que los españoles tengamos una lengua común, que hablamos los 47 millones, es un bien inapreciable pues los idiomas tienden a levantar fronteras. Es el caso de Bélgica, que con 3 idiomas oficiales, flamenco, francés y alemán, además de multitud de dialectos regionales, los problemas de identidad son enormes. Irónicamente dijo el primer ministro “tal vez lo único que una a Bélgica no sea nada mas que el rey, el equipo nacional de fútbol y varias marcas de cerveza.”
En Cataluña, en la época moderna ha ido apareciendo una autoestima exagerada y un sentimiento de superioridad en muchos catalanes, pero el porcentaje de los que no se sentían españoles no llegaba nunca al 20 % y, además, estaban localizados preferentemente en las zonas rurales como si fueran los herederos del carlismo. ¿Qué ha ocurrido para que este porcentaje haya llegado hasta el 48 % en las últimas elecciones? ¿Se sienten excluidos, oprimidos, desprotegidos? ¿Creen que sus señas de identidad colectiva, aunque nadie sabe que es eso de “identidad colectiva”, pueden no estar protegidas? ¿Por qué casi la mitad de los catalanes no quieren vivir con el resto de lo españoles? ¿Por qué se quieren separar?
La realidad es que no quieren vivir con otros españoles porque tienen un profundo sentimiento de superioridad.
¿Por qué la mayoría de catalanes no independentistas no han hecho nada? Por lo mismo que tampoco hicieron nada los alemanes contra Hitler. Por cobardía y porque es más fácil prosperar cuando se colabora con los que mandan.
El movimiento independentista ha fracasado, de momento, ya que solo ha conseguido captar a la mitad de la población. La otra mitad se mantiene marginada, despreciada, silenciada y este ambiente les hace la vida desagradable y con una enorme tensión.
Enrique Gómez Gonzalvo, 22-02-2022, Referencia 556