
Corea del Sur, calificada por The Economist una democracia plena, posee una renta per cápita de 38.000 dólares. Por delante de España, es considerada el milagro económico del este asiático por el Banco Mundial.
Corea del Norte, que formaba un solo país con Corea del Sur hasta 1948, a juzgar por un informe de las Naciones Unidas dispone de cuatro grandes campos de concentración, entre 80.000 y 120.000 presos políticos. Todos sometidos a un régimen de inanición deliberada para que confiesen o acusen a otras personas.
Para la izquierda europea el comunismo y en general las dictaduras, que no valen para Europa, se pueden permitir en África, en Asia e incluso en América Latina, que es Occidente, pero menos. Se trata del racismo europeo que anida especialmente en los países del centro y del norte. El mismo que permite que a las musulmanes que, viviendo entre nosotros, se les practique la mutilación de su cuerpo y se obligue a las niñas al matrimonio con ancianos, lo que no ocurriría si pertenecieran a la cultura occidental.
La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, trotskista ella y muy emperifollada, visitó recientemente en el Vaticano al camarada Francisco. Seguro que estarían de acuerdo en que no les gusta la democracia que tenemos en Occidente, que ellos llaman liberal o burguesa, porque no es una democracia real sino meramente formal que defiende solo los intereses de la burguesía bien sea agraria, industrial, de servicios o financiera. También habrán coincidido en que la propiedad es mala y la libertad también y además no existe. Pero, ¿habrán hablado de las dos Coreas?
Estarían de acuerdo con Pablo iglesias cuando en un debate La Tuerca llamaba a los suyos a la «prudencia», a no mostrar sus cartas antes de tiempo, a ocultar sus intenciones para ganar partidarios. Tened en cuenta, les decía, que Lenin en 1917 no dijo «comunismo», dijo «paz y pan», porque si bien es cierto que «hay que desnudarse para follar, para ligar hay que vestirse». ¿Estarán también de acuerdo con Maquiavelo que decía que ética y política no tienen nada que ver, que la ética lleva al cielo, pero la política se hace en la tierra?
¿Qué pensarán de las dos Coreas? ¿Serán conscientes que están defendiendo una ideología criminal que ha causado y lo sigue haciendo, tanto sufrimiento?
Seguro que no hablaron de las dos Coreas.
Enrique Gómez Gonzalvo 3-01-2022 Referencia 507