
Los mejores países del mundo para nacer y vivir están en Occidente y son capitalistas. La Civilización occidental y el capitalismo son los que producen mayor libertad y bienestar.
Con este hecho ocurre lo mismo que con la situación de la mujer en el mundo. Se quejan en los sitios donde los derechos de la mujer están más protegidos, su discriminación es mínima y, además, continúa disminuyendo. Pero el movimiento feminista está tomado por la vieja izquierda, fuertemente anticapitalista, que vincula el patriarcado con el capitalismo y con nuestra sociedad.
Los grandes relatos contra la pobreza de Charles Dickens y Víctor Hugo tuvieron lugar en el siglo XIX, pero la revolución industrial y la industrialización que se había iniciado en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII mejoró el nivel de vida de toda la población.
Gandhi, del que cada vez que lo veía Winston Churchill decía “ya está ahí otra vez ese farsante de los pies descalzos”, proponía el ascetismo, el uso de la rueca medieval, el rechazo de la medicina occidental, incluidas las vacunas y el repudio a la modernidad y a la ciencia. Pero Nehru, el artífice de la independencia de la India, se dio cuenta que la cultura occidental podía suponer el pan para millones de bocas hambrientas. Por ello, solicitada su opinión sobre Occidente contestó que le parecía “un buen negocio”.
A pesar de las bondades de nuestra Civilización, muchos europeos se ven a si mismos como egoístas, racistas, imperialistas. Mientras, miran a los no occidentales como “buenos salvajes” víctimas de nuestro egoísmo y sometidos a nuestra explotación. Creen que “nuestra prosperidad es la causa de su miseria” y que la globalización y el neoliberalismo aplastan a los pobres. De ahí su tendencia a contemporizar con su principal enemigo, que sigue siendo el comunismo y, últimamente, el islamismo radical.
Contrastan estas opiniones con el hecho que actualmente 25 millones de musulmanes viven en los 28 estados de la Unión Europea y otros tantos están esperando entrar.
El multiculturalismo que propugna la izquierda, basándose en que todas las civilizaciones son buenas siempre que no se trate de la occidental y que todas merecen la mayor de las consideraciones, ha fracasado.
Enrique Gómez Gonzalvo 9-12-2021 Referencia 498