
La Revolución francesa ha sido el acontecimiento histórico más importante desde la invasión del Imperio romano por los bárbaros en el siglo V. El cambio que produjo en la vida de los hombres fue muy grande y la huella que ha dejado, inmensa. El sentido de libertad, de igualdad, de fraternidad se extendió a toda Europa y quedó fijado en la mente de todos los seres humanos. El sentimiento contrario a las monarquías absolutas ha persistido porque en la historia no se puede ir hacia atrás.
En la época de la Revolución mandaban los nobles y el clero, que no pagaban impuestos. Detrás estaban los burgueses que se dedicaban a la artesanía y al comercio y finalmente estaban los plebeyos, obreros y sirvientes, que no tenían derechos pero también pagaban impuestos.
En 1898 París tenía 800.000 habitantes y Francia 23 millones, de los cuales 200.000 eran clero y nobles, los burgueses o clase media no llegaban a 4 millones y el resto era lo que entonces se llamaba el tercer estado. Aunque en los últimos tiempos Inglaterra y Alemania son los países más ricos de Europa, históricamente el país más rico ha sido Francia.
La revolución la inició la burguesía y la baja nobleza y la continuó el proletariado de París, los sanculott, que eran los que llevaban pantalón largo porque los que llevaban culotte eran los nobles. No se hizo contra el rey sino contra la nobleza, en cambio la revolución inglesa inglesa se hizo contra el Parlamento.
La esencia de la R F es que una clase social, la burguesía, que ya había conquistado pacíficamente el poder en el siglo XV en Italia y en el siglo XVII en Holanda, desplazó a los aristócratas y al clero en Francia.
A largo plazo, sin embargo, la exaltación del patriotismo y los postulados de “igualdad, libertad y fraternidad” enaltecieron el nacionalismo y lo convirtieron en la ideología predominante en Europa durante el siglo XIX. Dicha ideología fue una de las causas de las grandes guerras del siglo XX
Napoleón, más déspota que todos los reyes españoles juntos, fue derrotado y confinado en Santa Elena. Las guerras napoleónicas, que habían durado 25 años, dejaron una Europa ensangrentada y arruinada, con monarquías absolutas en Prusia, Rusia, Austria e Inglaterra. El nuevo periodo, que se conoce con el nombre de la Restauración, trataba que Europa volviera a la situación anterior.
Enrique Gómez Gonzalvo 21-08-2021 Referencia 441