
Tras la muerte del General Franco los comunistas españoles, como todos sus conciudadanos, querían vivir en paz y olvidar la Guerra civil. El proyecto del PC era lo que ellos llamaban el Pacto por las libertades, que se basaba en que franquistas y antifranquistas, superada la guerra civil, llegaran a la amnistía y a la democracia y luego, dentro de muchos años, se intentaría la transición al socialismo. A ello se sumó el PSOE refundado, financiado por los alemanes con dinero de la CIA y de los sindicatos americanos, cuyo líder era el joven Felipe González.
Camacho, líder comunista-sindicalista, que había estado 25 años en prisión, dijo que la amnistía era un perdón que los españoles se concedieron a si mismos y para siempre.
Finalmente el 15 de Junio se celebraron las elecciones democráticas, las primeras en las que se respetaba al adversario político, que nos llevaron a promulgar una constitución en 1978 que ha sido la de mayor consenso en toda la historia de España y que ya lleva 40 años, hecho insólito entre nosotros.
Los comunistas actuales, integrados en el Gobierno de coalición, desprecian el eurocomunismo y el PCE de los años sesenta y tratan de terminar otra vez con nuestro régimen de libertades. Unos, como Pablo Iglesias, proceden FRAP, son los que se hicieron maoístas porque pensaban que el PC se había aburguesado defendían el derecho de los ciudadanos a llevar armas, no para la defensa personal sino para la revolución. Otros, son aquellos jóvenes que hace apenas 7 ó 8 años asaltaban capillas y se autodenominaban “Jóvenes sin futuro”.
Actualmente están todos casados, magníficamente colocados y con cuatro ministros en el Gobierno. Ya no pueden decir que ellos son el pueblo, que les gusta vivir en Vallecas con el pueblo. Tampoco pueden hablar de “la casta” porque ellos son casta, pero de la peor. No pueden firmar sus comunicaciones internas con el acrónimo “todos los policías son hijos de puta”, como Errejón, porque ahora esos policías los protegen al bajar de sus coches oficiales.
Como perdieron la Guerra civil están obsesionados con Franco. Ahora vuelven con la Ley de la memoria histórica para condenar los 37 años de la dictadura franquista, aunque en todo ellos hubo más libertad que en los 60 años de la dictadura cubana.
En la época de la Transición Carrillo, Tamames, Camacho, también eran comunistas, pero tenían otro nivel.
Enrique Gómez Gonzalvo Terminado 15/08/2021 Referencia 437