
Durante muchos siglos se creyó que el Antiguo Testamento era una fuente rigurosamente histórica. Mediante su interpretación textual, unos eruditos fijaron la edad de la Tierra en unos pocos miles de años. Algunos afinaron bastante más la puntería como el obispo anglicano James Ussher que en el siglo XVII, mediante el cuidadoso cálculo de la edad de los profetas, estableció que Dios creó el mundo el 22 de octubre del 4004 a. de C. a las seis de la tarde. Y si Dios trabajó 6 días, porque dice el Génesis que el séptimo descansó, el 28 de octubre del 4004 a. de C. tuvo que crear a Adán y Eva.
Desde el año 1656, en el que falleció el clérigo James Ussher, la fecha de la aparición del primer hombre no ha hecho más que retrasarse.
Hasta ahora los fósiles más antiguos de los homos sapiens datados con seguridad eran los hallados en el yacimiento de Omo Kibish, en Etiopía con una antigüedad de 195.000 años. La mayoría de los paleontólogos creían que todos los humanos actuales procedíamos de esa población.
Según refirió la revista Nature en su número de Julio de 2017, un equipo de paleontólogos descubrió unos restos fósiles de cinco humanos de hace entre 300.000 y 350.000 años en el yacimiento de Jebel Irhoud, en Marruecos. Se trata de una cueva situada a unos 100 km. al oeste de Marrakech, con lo que se retrasa la aparición del homo sapiens sapiens en 100-150.000 años.
Los ecologistas nos anuncian cada día toda clase de desastres para un futuro inmediato. Agotamiento del agua potable, de los combustibles fósiles, de los bosques, de la comida, de la pesca, desaparición de miles de especies, contaminación del agua potable, calentamiento de la tierra, etc.
El agotamiento del petróleo es una de las predicciones más repetidas. En 1972, el Club de Roma asustó al mundo con sus vaticinios de una inminente sequía del oro negro. En 1978, el presidente americano Jimmy Carter dijo que el petróleo se agotaría a finales de los años 80 del siglo pasado.
Desde esa fecha el aumento de su consumo ha sido una de las causas del progreso espectacular que ha experimentado el mundo y sus reservas, lejos de disminuir han pasado de 1,1 millones de barriles en 1990 a 1,7 en 2018. El secreto está en que gastamos menos petróleo que hace 10 años porque la industria y los automóviles cada vez consumen menos energía y a la vez utilizamos otros tipos de energía como la e solar y la eólica.
Finalmente, en 1968 Paul R. Ehrilich escribió en La bomba demográfica que el crecimiento de la población iba a ser tal que en el año 2.000 habría grandes hambrunas y que el sistema capitalista caería hecho pedazos.
Enrique Gómez Gonzalvo Terminado 28-06-2021 Referencia 405