
El PNV fue fundado en 1895 por el racista Sabino Arana, separatista, enemigo de España y compinchado con los separatistas catalanes. Provenía del carlismo pero, aunque partidarios del Antiguo Régimen y la monarquía absoluta, eran españoles y defendían la unidad de España.
ETA, fundada en 1958 a partir de una escisión de las juventudes del PNV, en 1961 empezó a matar. Ha cometido 854 asesinatos con miles de heridos y se calcula que 300.000 personas tuvieron que salir del País Vasco huyendo del terrorismo y del nacionalismo, que les daba cobertura mediática y social.
Los vascos dicen de si mismos que son hombres de palabra, pero el PNV fue la única fuerza política que durante la Guerra Civil estuvo en los dos bandos, con el Alzamiento en Navarra y Ávila y con la República en Vizcaya y Guipúzcoa, rindiéndose cobardemente a los italianos en Santoña.
Según Arzallus el RH negativo es lo que diferencia a la raza vasca del resto de los españoles. Durante la República, para entrar en el sindicato ELASTV tenían que tener 4 apellidos vascos y ser católicos para crear el “altar vaticanista” que decía Prieto. Como se sienten diferentes pero superiores, el Partido Nacionalista Vasco y ETA quieren ser una nación para que el pueblo de Euskalerría reafirme su ciudadanía.
En la Constitución de 1978 se les dio el cupo vasco para que no apoyaran excesivamente a ETA y para que Navarra no se uniera al País Vasco, aunque es una discriminación injusta y contraria al espíritu de la Constitución, que dice que todos los españoles tenemos que ser iguales ante la ley.
Javier Arzallus, que cuando era párroco en Alemania los inmigrantes españoles le llamaban “el Nazi”, desde 1980 al 2004 dirigió al Partido Nacionalista Vasco. En toda su trayectoria política, siempre en democracia, en lugar de combatir el terrorismo, miraba para otro lado. En palabras suyas, algunos recogían las nueces mientras los asesinos agitaban el árbol. Parecida actitud adoptó el obispo Setién.
El actual lehendakari Iñígo Urqulluque cuenta con el apoyo de Bildu y Podemos, ya ha reclamado un referéndum “legal y pactado” para la independencia del País Vasco, pero que el pueblo español le siga pagando las pensiones.
Hablan también de la reunificación de Euskadi que no es mas que la absorción de Navarra que está casi vacía (640.000 habitantes) porque el País Vasco se les queda pequeño y necesitan el “espacio vital” que decía Hitler.
Ya están imponiendo el euskera en Navarra a ese 93 % de la población que no lo habla y que no tiene ninguna obligación de hacerlo.
Enrique Gómez Gonzalvo 19/03/2021/Referencia 341