
Aunque la civilización más antigua del mundo es la china, la realmente importante ha sido la europea, siendo las potencias dominantes en sus diversas épocas España, Portugal, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Rusia.
A los españoles, nos cabe el honor entre otras muchas cosas del descubrimiento, conquista y colonización de todo un continente. Y en el campo de las ideas, en que fuimos los primeros en que en la Escuela de Salamanca, durante los siglos XVI y XVII, fuimos los primeros que pensamos y propusimos los derechos humanos.
Las potencias europeas que se mataron tantas veces a lo largo de la historia, coincidiendo con la aparición de grandes estadistas, como Adenauer, Bonnet y Schumann decidieron hablar y comunicarse. El resultado fue la apertura de fronteras, primero para las mercancías y después para las personas.
En parte fue una vuelta al liberalismo del siglo XIX cuando cualquier ciudadano, podía recorrer toda Europa, sin ningún tipo de pasaporte pues no existían las fronteras militarizadas. Esa primera globalización desapareció por el nacionalismo, el militarismo alemán y las continuas guerras.
El proceso de la unificación europea ha funcionado bastante bien, aunque los españoles no hayamos tenido una colaboración leal por parte de nuestros socios. Primero no obtuvimos la colaboración sincera de Francia en la lucha contra el terrorismo hasta la llegada de Sarkozy en la época de Aznar. Después, cuando un prófugo, Puigdemont, acusado de graves delitos se refugió en un país de nuestro club, ese país, al día siguiente debería haberlo entregado a España cosa que no ocurrió, alegando no sé qué sobre un juicio justo.
Más recientemente, 41 senadores en Francia, casi todos comunistas y dos del partido de Macrón, firmaron un escrito de apoyo al golpe de Estado de Cataluña.
La gran dificultad de la Unión Europea para el avance en su integración e incluso para su supervivencia es el escepticismo. En las últimas elecciones ganaron los partidos euroescépticos en Francia e Italia, no todos son de extrema derecha, pero si la mayoría.
En Francia la Agrupación Nacional, el sucesor del Frente Nacional de Le Pen, es partidario del proteccionismo comercial, propone abandonar la Unión Europea, el Mercado Único y la Unión Monetaria, limitar la inmigración legal a 10.000 personas anuales, crear un impuesto extraordinario para los trabajadores extranjeros y volver al proteccionismo comercial.
La Liga Norte de Italia, propone no salirse de la Unión Europea, pero sí devolver a los estados nacionales algunas competencias.
En España, en cambio, ningún partido importante propone el abandono de la Unión, aunque Pablo Iglesias si llevaba en su programa electoral “la modificación sustancial de las autoridades e instituciones europeas”. Será para volverlas comunistas…
Enrique Gómez Gonzalvo 28/02/2021 Referencia 504