
La izquierda no viene de la Ilustración sino de Rousseau cuyo pensamiento está expuesto en El contrato social y en El buen salvaje. En el primero afirma que la sociedad es una institución artificial a la que el individuo se adhiere voluntariamente y se somete a la colectividad primando la opinión de la mayoría sobre la minoría. El individuo no cuenta, todo se supedita al bien común. En resumen “más estado y menos mercado”. En El buen salvaje, Rousseau nos dice que el individuo nace bueno y la sociedad lo corrompe.
Lo importante para la izquierda siempre ha sido ir contra la propiedad privada, pues la libertad económica crea desigualdades sociales por lo que es necesaria la intervención del poder público en salarios, pensiones, enseñanza, etc. La base es la envidia y el resentimiento hacia los que han tenido éxito.
En España, la izquierda nace con los liberales exaltados de las Cortes de Cádiz, frente a los doceañistas o liberales moderados y sigue con Riego en 1870 en Cabezas de San Juan. Continuó con el Partido Liberal de Sagasta durante la Restauración.
El primer ideólogo de la izquierda fue Francisco Giner de los Ríos, discípulo de Julián Sanz del Río, inspirador de la Institución Libre de Enseñanza, que propuso un control muy fuerte de la enseñanza para cambiar los valores de la sociedad.
Históricamente la izquierda siempre ha tenido un componente liberal en el sentido que ha defendido la idea que se podía llegar a la igualdad a través de la política y de las instituciones, pero todo cambió con Marx cuando aparecieron las nuevas corrientes de pensamiento, socialistas y comunistas.
También, por definición, la izquierda nunca ha sido nacionalista, sino internacionalista, propugnando la unión de los pueblos y no su separación. Sus ideales eran la libertad, la igualdad de oportunidades y la solidaridad.
Después de la Guerra Civil se fue imponiendo en España la idea que el nacionalismo era tan bueno como el comunismo, por lo que traicionando a los más desfavorecidos, se alió con los separatistas, subordinando los objetivos de la clase obrera a los del nacionalismo. Para integrar a los inmigrantes a sus hijos y a sus nietos, en la sociedad catalana obligó la inmersión lingüística y la imposibilidad de los inmigrantes a estudiar en su lengua materna, aunque fuera a costa de destruir su autoestima y a hacerles olvidar sus orígenes culturales, avergonzándose de sus mayores por no hablar en catalán.
Los responsables de este cambio de comportamiento de la izquierda y de la legitimación del nacionalismo fueron Vázquez Montalbán y Felipe González. El primero, del Partido Socialista Unificado de Cataluña, el ideólogo y el inspirador de la inmersión lingüística aceptada con entusiasmo por Pujol y Felipe González, que le entregó el PSOE a Pujol a cambio que los nacionalista le apoyara para que él fuera el Presidente del Gobierno de España.
Si la izquierda no se hubiera aliado con los nacionalistas, la historia de España hubiera sido muy diferente.
Enrique Gómez Gonzalvo 6/11/2020 Referencia 58