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El ser humano para sobrevivir tenía que vivir en sociedad pues aislado habría perecido. Al vivir en un grupo eran necesarias unas normas que regulasen las en el mismo Este conjunto de normas, que aparecieron mucho antes que las religiones es lo que se conoce con el nombre de moral.
La moral es pues producto de la evolución y, en general, se considera moralmente bueno lo que favorece a la sociedad y lo que contribuye a reforzar los lazos de la colectividad.
Aunque hay algunas normas que son comunes a casi todas las culturas como el no matarás, no robarás, honrarás a tu padre y a tu madre, etc. que son el Código de Hammurabi o los Diez Mandamientos, las normas morales no son idénticas en todas las culturas y han cambiado a través de los tiempos.
Así, Aristóteles consideraba normal la existencia de hombres libres y de esclavos. Santo Tomás de Aquino, ya durante la Edad Media, estaba de acuerdo con dar muerte al hermano discrepante, que no otra cosa era la Inquisición.
En la sociedad feudal se juzgaba normal la existencia de siervos ligados a la tierra, si bien ya no se valoraban como “cosas” y habían alcanzado la categoría de humanos. Es sorprendente que hasta 1837 en el estado español como como en otros estados europeos, no se aboliera la esclavitud y que 17 años después de su abolición Cánovas del Castillo lo lamentara.
Y ¿qué se puede decir de la sociedad actual que permite una ideología que ha producido más de 100 millones de muertos?
Aunque la moral está relacionada con la religión, además de una moral laica existe una moral católica, que es el conjunto de reglas, prohibiciones y mandatos descritos en los Diez Mandamientos.
Los creyentes dicen que dios es necesario para hacer el bien y evitar el mal y Voltaire afirmaba que si no existiera Dios sería necesario inventarlo.
Iván Karamazov añadía que “si no hay Dios, todo está permitido”, que “Dios es un invento humano necesario” y que “la civilización no existiría en absoluto si no existiera dios”.
Para el cristiano, la moral es hacer el bien y, hacer el bien, para él, es una obligación.
La experiencia nos dice que hay gente buena, que hace cosas buenas, entre los creyentes y entre los no creyentes. Sin embargo puede ser que la visión compasiva de nuestra sociedad, pueda venir de esas raíces cristianas de 2000 años de antigüedad de nuestra civilización.
En una sociedad, para creyentes y no creyentes, lo fundamental es la ley. Junqueras decía en una entrevista en TV3 que él era un buen hombre, una buena persona. Puede ser verdad, pero nadie tiene derecho a delinquir y todos los españoles, deben estar sujetos al imperio de la ley. Por encima de la ley no puede haber nadie, ni el jefe del Estado, ni el Jefe de Gobierno, ni el parlamento, ni el Rey. Las leyes se pueden cambiar, lo que no se puede es derribarlas.
Enrique Gómez Gonzalvo 03/11/2020Referencia 234
Enrique Gómez Gonzalvo 03/11/2020 Referencia 234