
El nazismo, abreviatura de nacionalsocialismo, es la ideología que combina socialismo con nacionalismo. Que los nazis eran socialistas viene en su auto denominación: Partido Nacional socialista Obrero Alemán. Lo dijo Hitler ya en 1926 «somos socialistas, somos enemigos del sistema económico capitalista para la explotación de los económicamente débiles». En otra ocasión afirmó «Mi tarea es convertir al pueblo alemán al socialismo».
La diferencia entre un socialista y un nazi, es que éstos además de socialistas son racistas. Afirman que los seres humanos estamos divididos en razas y en la cúspide de las razas superiores está la raza aria, de la cual los alemanes son sus principales representantes. Las razas inferiores son fundamentalmente judíos, eslavos y negros.
Los judíos, además de ser la antítesis de la raza aria y representar su presencia en Alemania una amenaza a la pureza racial, fueron los responsables de la derrota del pueblo alemán en la Primera Guerra Mundial. Por ello era necesaria su eliminación.
Nazis y comunistas presentan muchas más coincidencias. Ambos fueron precursores de una doctrina, el ecologismo, que ha calado recientemente como pocas en el actual conglomerado ideológico de la izquierda. Se trata de recuperar el paraíso perdido por culpa de la industrialización y del desarrollo capitalista. Los nazis recogían la tradición del romanticismo alemán al reivindicar una sociedad preindustrial. Los socialistas siguiendo a Marx colocaron su paraíso perdido mucho más atrás, en esa falacia del comunismo primitivo que nunca existió.
Hitler fue el primero en promulgar leyes en favor de los animales, contra la ca<za y en defensa del entorno natural. Reivindicaba el derecho, no solo de las tierras cultivadas sino también de la naturaleza salvaje. Zapatero propuso legislar sobre los derechos de los primates.
Hitler pensaba que el uso de la fuerza era un mecanismo efectivo para imponer su ideología nazi y Stalin creía que era necesaria la revolución para la imposición del comunismo.
Hitler y Stalin, los dos, rechazaron el parlamentarismo y la forma democrática de elecciones por mayoría. Consideraban que el líder y el partido deberían tener una autoridad absoluta. Los dos tuvieron la autoridad y el control de todas las instituciones y de todos los ciudadanos y aniquilaron a los grupos que se les oponían, sociales unos y raciales los otros. Ambos exigieron una absoluta lealtad al líder.
La base ética de ambos es el relativismo. Para la dictadura nacional socialista y para la comunista no es mala ninguna acción que sirva a los fines del partido, por inhumana que sea. A pesar del horror objetivo de sus accione, desde el punto de vista obran moralmente.
La atracción que el nacionalsocialismo ejerció en su momento sobre un elevadísimo número de personas fue tan profunda y alarmante como la del marxismo, si bien su ámbito fue más reducido por limitarse casi exclusivamente a Alemania.
La diferencia entre ellos: Hitler cambió la «lucha de clases» por la la » lucha de razas», pero ambos eran socialistas.
Enrique Gómez Gonzalvo 25/10/2020 (Referencia 457