Según el último censo realizado por la Unión de Comunidades Islámicas de España en Cataluña hay 515.482 musulmanes en Cataluña, más que votantes de la CUP, de Podemos o del PP. En términos relativos, el porcentaje de población musulmana alcanza el 6,9%, mientras que en el resto de España es el 3,6%, prácticamente la mitad. En Gerona son ya el 11,1% de la población.
Más llamativa aún que las cifras actuales es su evolución. Hace quince años había unos 30.000 y ahora superan el medio millón. Los nacimientos de padres musulmanes representan ya más del 10% del total en esa comunidad autónoma.
¿A qué se debe esa anomalía estadística? Tiene una fácil explicación, que ilustra lo que son los efectos secundarios de políticas demenciales, en este caso las lingüísticas. De un lado, la política de inmersión educativa en catalán y de acoso social al castellano ha actuado como freno para la inmigración procedente de los países hispanoamericanos. Si eres peruano y quieres trabajar en España, es mucho más lógico ir a trabajar fuera de Cataluña y los puestos de trabajo no cubiertos por hispanoamericanos tenderán a cubrirse con inmigrantes de otros lugares, principalmente norteafricanos y pakistaníes.
El gobierno catalán ha adoptado por una política orientada a primar la inmigración procedente de Marruecos. Ángel Colom, fue nombrado sucesivamente embajador oficioso de la Generalidad en Marruecos, secretario de inmigración en la ejecutiva de CDC y director de la Fundación Nous Catalans. Desde esos puestos, Colom se ha dedicado a animar a la inmigración de jóvenes marroquíes a Cataluña, a estrechar lazos con la comunidad islámica con el fin de sumarla a la causa separatista y a visitar las mezquitas para dejar caer que a los inmigrantes les resultaría más fácil obtener la nacionalidad catalana en una futura Cataluña independiente que la española. Colom lo justificaba con estas palabras: «No se puede construir un Estado catalán sin la participación de los catalanomarroquíes». Él no sabe que los islamistas jamás se considerarán, ni catalanes ni españoles.
Estos “catalanomarroquíes” perpetraron una masacre terrorista en Barcelona. Evidentemente, el terrorismo ataca donde y cuando puede y si es cierto que igual que se ha atentado en las Ramblas, mañana podría ser en Madrid o en cualquier otra ciudad española, las redes de captación de terroristas yiahdistas son tanto más efectivas cuanto mayor es el número de personas a las que poder adoctrinar. La CIA estadounidense había advertido a los mozos de Escuadra que la ciudad de Barcelona estaba en el punto de mira del yihadismo y señaló específicamente las Ramblas como posible objetivo.
En las mezquitas de Cataluña, muchas de ellas clandestinas como ocurre en toda Europa, se propaga el odio a Occidente y se promueve el maltrato a las mujeres. Según datos de la policía catalana, el 30 % de las mezquitas son de la corriente wahabista, la que fue impulsada por Arabia Saudí y propugna una interpretación estricta de islam
Enrique Gómez Gonzalvo. 12/07/2020 Referencia 270