La izquierda considera el patriotismo español anacrónico y reaccionario, lo ridiculiza y, si puede, lo reprime. En cambio a los nacionalistas periféricos los considera democráticos y progresistas.
Esta fascinación de la izquierda por los nacionalismos, particularmente el catalán, cuando la raíz ideológica de la izquierda se basa en la igualdad de todos los españoles, es inconcebible.
Los americanos son patriotas, les gusta su país, quieren a su país. También los franceses idolatran a Francia, son chovinistas hasta la exageración. Esto no ocurre en España. Demasiados españoles quieren destruirla porque, para ellos es muy de derechas y como ellos son de izquierda…
Patriotismo es el amor a la patria, a lo nuestro, a nuestros compatriotas, a nuestras tradiciones, a nuestra historia. No es considerarse superior a otros pueblos, pero tampoco inferior.
A diferencia del nacionalismo, el patriotismo no necesita ni precisa ningún enemigo. Los patriotas intentan llevarse bien con todo el mundo, excepto con los que quieren destruir nuestro sistema de valores. Se sienten profundamente europeos, hermanados con todos ellos y les duele profundamente el brexit.
Son solidarios con todos los pueblos de España y por esto la discriminación fiscal, que es lo que representa el cupo vasco les parece intolerable. No tienen ningún problema en ser andaluces y españoles, murcianos y españoles, aragoneses y españoles.
Están orgullosos de su historia porque España es uno de los 4 ó 5 países que fundaron Europa y la civilización europea es la que ha prevalecido en el mundo.
Los nacionalistas se definen como patriotas, incluso como los únicos patriotas. Los nacionalistas catalanes no son patriotas porque ellos no aman a Cataluña. Lo que les mueve no es el amor a Cataluña sino el odio a España y a los catalanes que se consideran españoles, que según Torra hablan el idioma de las bestias. Si la amaran no querrían amputarla, dividirla. Buscarían una forma de convivir con los otros catalanes, que es lo que hace uno con las cosas que quiere, conservarlas no destruirlas.
El nacionalismo catalán que termina comparando a Cataluña con un país nórdico y al resto de España con el norte de África, lo que demuestra es mala fe y una profunda deshonestidad moral e intelectual.
Lo que ha conseguido es desgarrar profundamente a la propia sociedad y dividirla en dos partes cada vez más irreconciliables, lo que será muy difícil de recomponer.
Individualmente patriota es el político que pierde dinero cuando se dedica a la cosa pública porque éste si se se sacrifica por España. El que utiliza la política para lucrarse y a los cuatro días ya vive en una mansión, no es un patriota, como diría el castizo “es un “jeta”.
Enrique Gómez Gonzalvo 09/06/2020 Referencia 459