Raza es un término biológico que se refiere a la existencia de un grupo de personas que presenta una serie de características, en su morfología o en su constitución, diferentes a las del resto de individuos de su especie.
El racismo es la ideología que se basa en la creencia en que hay razas superiores e inferiores. Las primeras deben mantenerse aisladas y separadas de las restantes y están “autorizadas” a dominar, explotar o destruir a las “inferiores” si es necesario.
Los estudios antropológicos y los más recientes del ADN vienen demostrando que las diferencias biológicas de los diversos grupos humanos, salvo los caracteres externos que demás se deben a factores sobre todo de tipo climático, son escasos y lo que más influye en nuestro comportamiento son los factores culturales.
Esta ideología está relacionada con el “superhombre” de Nietzsche que considera al ser humano demasiado imperfecto como para ser la cima de la evolución. Para él, el hombre es un eslabón en la cadena evolutiva que nos conducirá al superhombre, cuya llegada se aceleraría con la eliminación de los débiles, de los enfermos y de las razas inferiores.
Para los racistas, la raza superior siempre es la suya, pues no tendría sentido considerarse diferentes para ser inferiores. Hitler consideraba que la raza aria, a la que pertenecía el pueblo alemán como raza superior, debería dominar el mundo y eliminar a las razas inferiores como la semita, a la que pertenecían los judíos, continuando con los gitanos y convirtiendo en esclavos a los eslavos. No le importaba que los judíos hayan sido el pueblo que más premios Nobel hayan obtenido. Hasta el día de hoy representan el 19% cuando solo son el 0.05% de la población del mundo.
El racismo esta relacionado con el nacionalismo. Todos los nacionalistas son racistas, supremacistas como se dice ahora, pues de lo contrario no se empeñarían en vivir aparte. Ya a principios del siglo pasado los nacionalistas catalanes decían ser de una raza aria, entroncada con los demás arios de Europa y los españoles estábamos bastardeados por la influencia judía y un poco mora, pero sobre todo judía.
El racismo y el nacionalismo, como dijo Carlos Popper, son el enemigo de la modernidad, del progreso, de la globalización, de la prosperidad. Es la nostalgia de la tribu, de la irresponsabilidad, de formar parte de una sociedad donde todas las decisiones las toma el brujo, el cacique, el líder carismático, el jefe, el gran dirigente, el hombre superior, ante el cual la tribu se somete y se libera de tomar decisiones, se libera de la responsabilidad.
Nacionalismo es querer vivir en un mundo donde todos tienen la misma lengua, los mismos dioses, las mismas costumbres y pueden volcar todo lo malo hacia el otro, al que habla una lengua distinta y es un poco diferente, al que tiene distintas costumbres. En España, los que quieren vivir aparte porque quieren vivir mejor son las comunidades más ricas, los vascos y catalanes.
Si la izquierda, que dice apoya la igualdad y nada hay más opuesto a la igualdad que los escritos de Sabino Arana, Prat de la Riva o las manifestaciones de Jordi Pujo cuando dijo que el andaluz es un ser inferior y destruido ¿cómo es posible que el Partido Socialista pacte con ellos?
Enrique Gómez Gonzalvo, 06/06/2020 Referencia 280
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