El antiamericanismo es una enfermedad universal y por lo tanto incurable. Afecta a la derecha conservadora, a la izquierda y a la extrema derecha. Solo se salva parcialmente la derecha liberal. Lo explica muy bien Jean Francois Revel en la Obsesión antiamericana.
A principios del XIX el antiamericanismo español y europeo era de derechas, pues los conservadores desconfiaban del proyecto de ese lado del Atlántico, que sin embargo no terminó como la izquierda europea en el socialismo.
Alemania y la Rusia zarista representaban el antiguo régimen e Inglaterra y Francia la modernidad. EE UU como una emanación del Reino Unido era la izquierda.
Europa era antiamericana porque la ascensión de EE UU provino de nuestra caída. Este mismo razonamiento sirve para América Latina. Si Argentina estaba casi al mismo nivel que EE UU a primeros de siglo, desde entonces no ha cesado de caer por sus propios errores mientras los Estados Unidos no han dejado de progresar.
En el caso de Europa, hay que añadir que por dos veces en el siglo XX han acudido en nuestra ayuda (por tres si tenemos en cuenta las guerras de Yugoslavia), salvándonos de nuestros inventos, comunismo y nacionalsocialismo y posteriormente nos han garantizado la protección frente al imperialismo soviético.
Vale la expresión popular: fulano me odia, no lo comprendo porque no le he hecho ningún favor.
El antiamericanismo progre se acompaña de una “debilidad” por Cuba, debilidad que no es ajena al hecho de que Fidel Castro desafió a sus vecinos del Norte con la instalación de misiles en su territorio, apuntando a las costas de Florida en aquellos años de la Guerra Fría.
Tampoco es casualidad que el único presidente de los EE UU ante el que los europeos se derretían, ha sido Obama, Premio Nobel de la Paz. Pocos días antes de dejar la Presidencia de EE UU, consideró que, no habiendo tiranía política en Cuba, afirmó
y por eso, “ trataremos a Cuba de la misma manera que a los demás países”. Éste era sueño de Fidel: Cuba no ser una dictadura enemiga para su poderoso vecino.
También es antiamericano el mundo árabe-musulmán y los motivos son parecidos. No se debe a que los americanos son aliados de Israel sino que tribuyen las causas de su fracaso a la maldad de los occidentales y de los EE UU en particular, dándose la circunstancia de que USA es la única gran potencia que no ha tenido colonias en el mundo árabe.
En el caso del antiamericanismo de España, en el siglo pasado influyó la Guerra de Cuba con el desastre del 98, pero ahora no se comprende. Dos tercios del territorio actual de EE UU perteneció a la Corona de España y el español, después del inglés, es el idioma más hablado allí.
Ello no es obstáculo para que Zapatero, se arrastrara diplomáticamente para tener una conversación con Obama que duró 1 minuto 30 segundos. Después de la misma dijo que habían hablado de la situación internacional, que como veían él a EE UU y Obama a España, de la situación en Oriente Medio, de los desequilibrios internacionales, del problema chino y de algunos otros asuntos menores. Teniendo en cuenta que Zapatero no habla inglés y Obama no habla español, el mérito de ambos interlocutores fue enorme.
En contraposición los japoneses, que fueron bombardeados por los EE UU, son el país del mundo después de Taiwán, que más admira a los americanos porque consideran que el modelo americano es bueno.
Según las encuestas, las naciones europeas más anti americanas son España, junto con Francia y Turquía.
Aquí, cualquier idiota cuando se habla en televisión de un tema relacionado con Estados Unidos se permite decir “claro, con ese presidente que tienen…”
Seguro que no está pensando ni en Sánchez ni en Zapatero.
Enrique Gómez Gonzalvo. 31/05/2017 Referencia 246