HISTORIA DEL  LIBERALISMO EN ESPAÑA

A pesar de que las  primeras cortes  de Europa se reunieron  en España en  el claustro de la catedral de León en el siglo XII y que  la tercera constitución que se aprobó en el mundo fue la de Cádiz en 1812, el liberalismo ha tenido siempre grandes  dificultades para su implantación  en España.

Tras los antecedentes de la Ilustración de Jovellanos, en la época de  Carlos III, el primer liberalismo español nació con la Guerra de la Independencia y la Constitución de Cádiz. Tras  su aprobación, un constituyente pudo decir: ahora ya no somos catalanes, no  somos valencianos, no somos gallegos, no somos aragoneses, somos todos españoles,  somos diputados de España, de la nación española, porque  la soberanía nacional se basa en que   que cada diputado representa, no a los catalanes, valencianos o gallegos, sino  a todos los españoles.

 Nadie pensaba entonces  que  ciento sesenta y cuatro años más tarde, a partir de 1977 se llegaría a perseguir el español en gran parte de España.

 El  Trienio Constitucional terminó en 1923. El fracaso de este primer liberalismo  se debió a que era cosa de minorías y a la gran influencia de la Iglesia católica. La gente estaba asustada con la Revolución Francesa que iba contra la Iglesia y contra la Monarquía. El pueblo decía  “¡vivan las caenas ¡”. Que le vamos a hacer,   no querían cambiar, les gustaba la Iglesia, la España tradicional y la Monarquía.  No aceptaban convertir España en una sociedad moderna, preferían la antigua. Incluso, más adelante,  las dos dictaduras del siglo XX fueron recibidas con palmas y homenajes y  la de Primo de Rivera, con clamor.

Con el  fracaso del liberalismo se sembró la semilla de las guerras civiles. No es que éstas hayan sido  exclusivas de España. Francia, por poner el ejemplo más  próximo,  las ha padecido incluso con mayor ferocidad. Las guerras de religión y el terror revolucionario de 1789 superaron en mucho la crueldad de las nuestras y las de cualquier país europeo. Sin embargo, en Francia han sabido presumir hasta de sus crímenes y en España no nos enorgullecemos ni de nuestros héroes.

El liberalismo  volvería, aunque tímidamente, con Cánovas, en su primera época y con Sílbela. Pero solamente  Aznar, en los 8 años que estuvo en La Moncloa, de 1996 a 2004  introdujo algunas reformas liberales. Redujo el gasto público pasando en 8 años del 44,2 % al 38,6 y  el intervencionismo de las Administraciones Públicas en diversos sectores de la economía. Bajó los impuestos.  El IRPF fue revisado a la baja en dos ocasiones, llevando el tipo máximo del 56% al 45% y el tipo inferior del 20% al 15%, acompañado de una simplificación de tramos y de un aumento de deducciones y mínimos exentos. Modificó  el Impuesto de Sociedades. Eliminó el Impuesto de Actividades Económicas para el 92% de las empresas. Disminuyó el tamaño  del  sector público empresarial con privatizaciones y liberalizaciones en ámbitos como las telecomunicaciones, la energía y el transporte.

Enrique Gómez Gonzalvo 17/12/2019 (Referencia 186)

 

Copyright. La Ilustración Liberal Madrid, 1999-2015.
Expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos,
sin previo y expreso consentimiento de La ilustración Liberal

Enrique Gómez Gonzalvo 17/12/2019 (Referencia 186)

 

Copyright. La Ilustración Liberal Madrid, 1999-2015.
Expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos,
sin previo y expreso consentimiento de La ilustración Liberal


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s