BUSCAR SENTIDO A LA VIDA

                                                    

1 BuscarEl hombre solamente tiene un objetivo: buscar sentido a su vida. Por eso, la historia de la humanidad es una reflexión sobre el SER: quienes somos, qué hacemos aquí, de dónde venimos, a donde vamos.

Esas preguntas se las han hecho todos los pueblos de la tierra y en todas las épocas. Los hombres que se han dedicado de una forma especial a resolver este acertijo se han llamado chamanes, sacerdotes, intelectuales o filósofos.

Cada pueblo, cada sociedad,  ha dado una interpretación del universo y un destino a nuestras vidas más allá de la muerte. Esto era necesario para calmar nuestra angustia sobre nuestro incierto futuro y para tener una explicación convincente de los fenómenos de la naturaleza y de la génesis del universo.

Las explicaciones de todos los pueblos han coincidido bastante: hemos sido creados por unos seres superiores  a los que llamamos dioses. De ahí viene la aparición de las religiones. Pero, a  medida  que  la ciencia   avanzaba las explicaciones de las religiones y de los filósofos se han ido desacreditando y las religiones han ido retrocediendo.

Así como los filósofos y los intelectuales no han contestado a ninguna pregunta,  los científicos  si han dado pasos importantes, pero solo  en  la explicación de los fenómenos de la naturaleza, en la formación del universo  y en el origen de la vida.

ORIGEN DEL UNIVERSO  Según la Teoría del bing bang  el universo surgió hace unos 14.000 millones de años con una gran explosión, tras la cual se formaron los átomos, las moléculas, las estrellas, los planetas  y al menos en uno de ellas, la vida.

La pregunta que suele hacerse a continuación es ¿Qué había antes del bing  bang? Pero esta pregunta  es incorrecta  porque si admitimos que el tiempo solo empezó a contar cuando apareció  el Universo, si no existía el tiempo tampoco había un «antes».

Además  el bing bang no es solo una teoría y  hay  más preguntas ¿Por qué estalló? ¿Cuál será el final?

DE DONDE VENIMOS Hace 3.500 millones de años, la tierra era un caldo en el que había carbono, hidrógeno y nitrógeno. La combinación de estos átomos, con una temperatura adecuada, produjo la primera molécula de ADN, que tiene la facultad de hacer copias de si misma. Había surgido la vida.

De la célula procariótica se pasó a la célula eucariótica,  a seres pluricelulares cada vez más complejos  y en una larga carrera evolutiva llegamos al homo sapiens.

Según la Teoría de la Evolución de las Especies  no hay un fin ni una dirección evolutiva. La evolución  depende del azar y solamente triunfan los cambios, buenos o malos,   que favorezcan la supervivencia.

La evolución de las especies fue necesaria para su supervivencia. Sin esa evolución,  la aparición  del homo sapiens hubiera sido imposible porque nuestros ancestros habrían desaparecido en un ambiente hostil a causa del frío, del hambre o devorados por otros mamíferos más poderosos.

El gran cambio  se produjo, tras diversas mutaciones genéticas, con el desarrollo del cerebro. Así empezamos a fabricar utensilios de piedra y madera para suplir la falta de garras y colmillos, ideamos  armas que actuaban a distancia (arcos, lanzas, flechas) porque corríamos  poco y,  sobre todo, tuvimos memoria del pasado que nos permitió  predecir el futuro y de acuerdo con ello, tomar las decisiones apropiadas.

Hace  300-400.000 años surgió el proto lenguaje que nos permitió  organizar las cacerías en grupo, etc. Hace 100.000 años, en algún lugar de África apareció el verdadero  lenguaje y con él, el pensamiento  abstracto y el simbolismo.

Finalmente, hace unos 50.000  años apareció la cultura, que consiste en que la experiencia adquirida individualmente se transmite a nuestros  semejantes.

A DONDE VAMOS. Si tenemos unas teorías plausibles para explicar el origen del universo y de dónde venimos, no ocurre lo mismo al tratar de explicar el sentido de nuestra vida. Ello puede ser porque somos limitados, nos faltan circunvalaciones cerebrales. Somos como las hormigas que son incapaces de comprender el funcionamiento de un aparato de radio. También puede ser que   nuestra vida  sea   producto del azar y tanto nosotros como el universo no  tiene ningún sentido.

Enrique Gómez Gonzalvo Terminado  15/11/2019  Referencia 165

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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