EL PENSAMIENTO  PROGRESISTA

El progre

Más que  una doctrina política, el pensamiento progresista es una moral y  su filosofía es  el relativismo  y el hedonismo. En España se difundió durante el franquismo y la transición, especialmente en el periodismo y en  la enseñanza, pues ellos son los nostálgicos de mayo del  68. Los progres no creen ni en la revolución proletaria ni en la conquista del poder político  para establecer el paraíso en la tierra, como los comunistas.   Saben que si  las ideas que defienden se llevaran a la práctica, los primeros perjudicados serían ellos mismos. Por eso   hacen en su vida privada exactamente lo contrario de lo que predican en público.

Defienden la sanidad y  la enseñanza públicas, pero si pueden utilizan los hospitales y los colegios privados. Les fascina la figura de Fidel Castro,  pero saben que  los cubanos de Miami viven mejor que los cubanos de la Habana y que es  mejor la economía liberal que la intervenida. Quieren  simplemente preservar su nivel de vida y curar su injustificado complejo de culpa haciendo responsables a los ricos de todas las  desgracias del mundo. En el fondo  se sienten en deuda con el prójimo y proponen saldar dicha deuda con el dinero de los demás.

Es bonito oír que la sociedad debe proporcionar a todos los individuos alimentos, educación, sanidad y vivienda, pero la sociedad no es algo abstracto: la sociedad somos cada uno de nosotros. Piden que España acoja a los refugiados, pero ellos no admiten a ninguno aunque dispongan de un casoplón como  Pablo Iglesias.

Creen que el problema con los terroristas y separatistas se resolvería  con el diálogo. No se dan cuenta que el que no se hace respetar acaba siendo el mono de feria en cualquier sitio, ya sea en la vida diaria o en política exterior.

El cristiano cae bien a los progres, pero el católico  fatal. Para los progres creyentes el Che Guevara es un Cristo  que se baja de la cruz para  descrucificar a la humanidad. Cristianos  y progres se perdonan mutuamente porque las intenciones son buenas. Los progres no creyentes  hacen  bromas de mal gusto con los católicos  y a esto le llaman  libertad de expresión. No se atreven a hacerlas con el islam, pero con los curas les sale gratis.

En la enseñanza, no prima la búsqueda de una mejor formación intelectual  sino evitar el fracaso escolar. La envidia y el resentimiento prevalecen sobre el espíritu de emulación y la admiración del éxito. La consecuencia es que  ha caído en picado la auto exigencia y el esfuerzo en la enseñanza.

Enrique Gómez Gonzalvo  18/10/2019 Referencia 326

Enrique Gómez Gonza..lvo  18/10/2019 Referencia 326

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