El problema en España no es Podemos, el problema es el Partido Socialista. Pedro Sánchez, si fuera investido presidente, volvería a traicionar a España y a gobernar con sus enemigos, que son los separatistas y los comunistas de Podemos.
Por ello, a la hora de votar en las próximas elecciones, es lo mismo votar a Bildu, al PSOE, al golpismo catalán o a Podemos. Votar a Sánchez es como votar a Junqueras, a Torras, a Bildu o a Pablo Iglesias. Todo el voto de la izquierda y del separatismo confluye en Sánchez.
Cuando Sánchez dice que es la hora de la política, que el “problema “catalán ha de resolverse mediante el diálogo, lo que quiere decir es que, si es elegido presidente, se saltará las leyes, pactará con los catalanes y se rendirá a los golpistas. Miguel Iceta y Pedro Sánchez son la misma m. que diría Felipe González. Iceta, líder de los socialistas catalanes ha dicho que la culpa de la situación en Cataluña la tienen los gobiernos anteriores porque “fueron incapaces de dialogar” y que la solución solo llegará a través del diálogo.
A Sánchez le daría igual hacer otras políticas porque no tiene ni criterio ni vergüenza ni dignidad, pero él y Begoña, Begoña y él quieren volver a la Moncloa como sea.
Pero no es solo Pedro Sánchez. El Partido Socialista desde su fundación por Pablo Iglesias en 1879, siempre se ha unido al nacionalismo y al separatismo.
La traición actual a España viene de la aprobación en Madrid el 10 de Mayo de 2006 del nuevo Estatuto de Autonomía. Ni un solo diputado socialista se opuso a su aprobación. Ni siquiera Alfonso Guerra que ahora ve que se puede romper España.
Dicha traición continuó con Montilla, Presidente del Partido Socialista y de la Generalidad de Cataluña, que encabezó la manifestación contra el Tribuna Constitucional por haber declarado inconstitucionales 14 artículos del Estatuto de Cataluña.
Cebrián, el histórico director del diario El País, cuyas opiniones son intercambiables con las de Felipe González, afirma que el problema no son los nacionalismos periféricos sino el nacionalismo fanático español. Para ellos, todo lo español es malo y todo lo antiespañol es respetable.
Pedro Sánchez, que ha despenalizado los insultos a la Monarquía, no duda en utilizar al rey para llegar a la Moncloa. En su libro que le ha escrito no se quién, presumiendo de tener relación personal con el rey dice que, en una audiencia “el rey y yo nos reconocimos como los que podíamos sacar a España del atasco”. Pedro Sánchez ha mentido.
Los reyes, ni éste ni el anterior ni ninguno tienen amigos, no tienen relaciones personales. Si alguna vez ha ocurrido habrá sido por error, pero no hay constancia de ello. Las actuaciones del Rey han sido siempre constitucionales y en defensa de la unidad de España.
Pedro Sánchez, además de mentir contantemente, hace un discurso, dice lo contrario y le da exactamente igual.
Enrique Gómez Gonzalvo 22/03/2019 Referencia 422