La sociedad actual a la que hemos llegado, a semejanza de las sendas de los campos, no ha sido diseñada por nadie sino que es el resultado de millones de acciones individuales.
El ser humano, enfrentado a un medio hostil y rodeado de grandes mamíferos carnívoros, para sobrevivir y vencer a sus dos grandes enemigos, el hambre y el frío, tenía que agruparse y vivir en sociedad. El problema es que el hombre, por naturaleza, es muy individualista y vivir en sociedad origina roces y problemas. Por eso han triunfado los factores que han favorecido la cohesión de los grupos humanos.
El primero y el más importante de esos factores fue el lenguaje. No sabemos cuando apareció, pero se supone tuvo lugar en África hace unos 100.000 años. Casi al mismo tiempo comenzó la fragmentación de las lenguas y, a la vez, la desaparición de muchas de ellas. Actualmente han quedado reducidas a 300 familias con unas 6.000 lenguas vivas.
La autoridad también debió aparecer muy pronto porque todos los seres vivos necesitan saber quién manda.
En cuanto a la religión, millones de personas durante miles de años han creído en dioses porque así han intentado dar un sentido a sus vidas y una explicación a la génesis del universo.
La moral, muy relacionada con la religión, ha sido muy importante para lograr la convivencia de los seres humanos. Moral es lo que beneficia a la sociedad, son los Diez Mandamientos, es el Código de Hammurabi, es el no robarás y el no matarás que aparece en todas las culturas.
El matrimonio, la familia. Ambos son fundamentales para cuidar de la prole. A la vez, la familia es una unidad de producción mediante la división del trabajo.
El derecho de propiedad, el comercio, etc. sin los cuales la civilización no existiría.
Todas las civilizaciones ha tendido a organizar la sociedad a su manera, aunque, a decir verdad, sin grandes diferencias. Ha sido una constante que el depositario de la autoridad, el grupo dirigente, ha tendido siempre a abusar de su poder, a convertirse en déspota. Solamente la Civilización Occidental consiguió evitar el despotismo mediante la elección de los gobernantes por el pueblo, la creación de los parlamentos para limitar el poder de los poderosos y la división del poder en tres estamentos (legislativo, ejecutivo y judicial) que se vigilan mutuamente. El invento ha funcionado. Es la democracia.
Enrique Gómez Gonzalvo 9/02/2019 Referencia 102
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