Actualmente Cataluña es la comunidad autónoma en la que es menor la asistencia a misa. A la vez, la Iglesia catalana se ha puesto del lado de los golpistas. ¿Habrá alguna relación entre ambos hechos? Porque esto no ha sido siempre si.
En ninguna parte de España se mataron más curas y monjas que en Cataluña durante la Guerra Civil. Aproximadamente 1/3 del total de toda España. En Lérida fueron asesinados 270 clérigo, el 65 % del total; en Tortosa 316, el 62 %; en Vic 177, el 27 %; en Barcelona 279, el 22 %; En Gerona 194 el 20 %; en Urgel 109, el 20 % y en Solsona 60, el 13 %. Fueron destruidos 2 Km de retablos de los siglos XIII al XX, entre ellos el de Santa María del Mar, uno de los mejores de Europa. De los 4 obispaos que se fusilaron en toda España 3 eran de Cataluña, los de Tarragona, Lérida y Barcelona. En la pos guerra solo hubo un obispo réprobo, Vidal y Barraquer, cardenal de Tarragona.
Hubo casos de gran crueldad como los 132 hermanos maristas, algunos de ellos muy jóvenes, que fueron secuestrados por CNT y FAI, los pistoleros de Companys, y cuando fueron a pedir clemencia a Francia, a la casa matriz de la orden, les pidieron 700.000 francos, se los entregaron y después los asesinaron.
Al comienzo del Alzamiento, hubo 14.000 muertos, muchos de ellos simplemente por ir a misa ya que en Cataluña por estar en la retaguardia, no había frente, no había tiros.
Tras esta persecución brutal de la Iglesia y de los católicos, no es de extrañar el recibimiento que hicieron los catalanes cuando entró el ejército de Franco por la Diagonal, con el general Yagüe y el Tercio de Montserrat de voluntarios catalanes, porque por fin les dejarían de matar.
Lo primero que hicieron fue una misa en la Plaza de Cataluña a la que asistieron más de 300.000 personas, con el general Yagüe, todos arrodillados durante la consagración, como se ve en la foto. Aquellos soldados que habían liberado Barcelona y que oían misa eran todos catalanes, no en balde Barcelona había sido la provincia que había dado más voluntarios a Franco.
La alegría de los católicos porque al fin se libraban del terror rojo, era tal que tuvieron que prohibir varias semanas después, por orden del Ministerio del Interior, los banquetes de alegría, de festejo y de homenaje a las fuerzas liberadoras.
Recientemente, en una carta abierta a los obispos españoles, 300 curas separatistas sostienen que hay personas procesadas y encarceladas “por sostener lo que nosotros consideramos justo y ajustado a derecho.” Afirman que fue un error histórico la posición adoptada por sus compañeros en 1936 y que el único camino positivo es el diálogo y el respeto a los derechos naturales de Cataluña.
No es de extrañar esta carta si pensamos que Pujol fundó Convergencia el 17 de enero del 74 en el monasterio benedictino de Montserrat. Desde entonces han convertido sermones en mítines, se han celebrado misas y profanado imágenes con lazos amarillos. La monja Lucía Caram, la que dijo que la Virgen no era virgen, se declaró en TV 3 “enamorada” de Arturo Más y amiga de Pilar Rahola.
En este contexto, los escándalos de abusos sexuales en Cataluña, tanto el de la Casa de Santiago como el de los Maristas han sido tapados por el “procès” y la cúpula de la de la Iglesia en Cataluña no se ha visto obligada a dar ningún tipo de explicación por las denuncias de pederastia y de abusos sexuales.
Son muchos los católicos de Cataluña y de toda España que piensan que estos curas separatistas no es que no crean en Dios, es que no creen ni en la Virgen María ni siquiera en el Niño Jesús.
Enrique Gómez Gonzalvo 05/01/2019 Referencia 380