Somos una democracia que va a cumplir 40 años, que pertenece a la Unión Europea, con una renta per cápita elevada, con una clase media numerosa que tiene el mayor índice de casas en propiedad del mundo, el 84 %, siendo la media en Europa el 60 % y donde pasan cosas sorprendentes que no ocurren en las demás naciones de nuestro entorno.
A pesar que el comunismo ha fracasado en todo el mundo, que no hay comunistas ni en China, que en el Parlamento Europeo apenas representan el 5,4 % de los escaños, que en España nunca ha sido importante salvo durante la Guerra Civil y que nunca ha obtenido más del 13 % de los votos, en las últimas elecciones les votaron 5.049.731 personas, lo que representaban el 23 % del electoradoLas naciones europeas, unas tienen gobiernos liberales que renunciaron al anticlericalismo de los primeros tiempos o gobiernos socialdemócratas que se despojaron del marxismo o gobiernos democristianos carentes del fanatismo religioso o gobiernos conservadores no demasiado inmovilistas, pero no hay tantas personas que voten comunista.
Esos partidos se pelean en el terreno político y unas veces se suceden democráticamente en el ejercicio del poder y otras forman coaliciones, porque todos pertenecen a una misma familia política presidida por la tolerancia.
En España el partido de la izquierda moderada, el PSOE, es incapaz de pactar con el partido de la derecha moderada, que es el Partido Popular. Prefiere hacerlo con la izquierda radical, con los partidos separatistas, con los amigos de la ETA y con los neocomunistas de Podemos formando un Frente Popular.
En toda Europa y en cualquier país del mundo se promueve el sentimiento de amor a la patria, el culto a la bandera, etc., pero en España si haces eso automáticamente eres facha.
Se promueve el nacionalismo regional, pero no el nacional, lo que provoca la aparición de los separatismos. Sería bueno que, algún día, al Presidente del Gobierno socialista no le diera vergüenza gritar ¡Viva España!”
Nuestra tragedia es que la Leyenda Negra, que consiste básicamente en pensar que el paso de España por la historia ha sido siniestro, aunque ha desaparecido desde hace muchos años en el extranjero, persiste en demasiados españoles.
La izquierda española lleva cuarenta años obsesionada con la eliminación de cualquier recuerdo del régimen político surgido de su fracaso en la Segunda República y su derrota en la Guerra Civil. Para ello Zapatero dictó la ley de la Memoria histórica. El objetivo es la construcción de un nuevo relato histórico en el que la derecha quede eternamente condenada por su maldad y la izquierda aparezca como la eterna portadora de la bondad y la belleza.
La izquierda odia la idea de España porque, a pesar de los años transcurridos, continúan identificando a España con el bando vencedor de la guerra civil y esa falta de amor es lo que une a los socialistas, con los comunistas y con los separatistas y sucesores de ETA
Por eso en el Parlamento de Cataluña se recibió con honores a Otegi, terrorista condenado por delitos de sangre, a pesar que en Barcelona ETA produjo en el centro comercial Ibercor el 19 de Junio de 1987 un brutal atentado con 21 personas muertas y 45 heridas.
Tampoco existen en Europa unos medios de comunicación que acepten como éticamente irreprochable a un partido, Podemos, financiado por la criminal y sexista teocracia iraní y la criminal y corrupta dictadura venezolana.
Enrique Gómez Gonzalvo 22/11/2018 Referencia 172